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Juan Manuel Rodríguez

Así se lo monta El enterrador

Cuentan que, tras una famosísima entrada del paraguayo Fernández sobre Amancio, Santiago Bernabéu dijo que aquello entraba dentro del Código Penal

La llave inglesa realizada por el defensa central del Sevilla Javi Navarro sobre el mallorquinista Juan Arango continúa siendo a estas horas la comidilla de la Liga. Me vino a la cabeza un nombre: Mark Callaway, conocido como "The Undertaker", o sea "El Enterrador", líder del tenebroso "Ministerio de la Oscuridad". Parece que lo que más motiva al tal Callaway es lo que los americanos conocen como "Lucha de Ataúd"... Qué bonito, ¿verdad?... El número consiste en que te pegas trompazos con el rival de turno hasta que sólo queda uno sano. Entonces llega "El Enterrador", abre el ataúd y mete dentro a su contrincante ante la excitación generalizada del público asistente... ¡Qué familiar!
 
Luego tenemos también el jueguecito denominado "Enterrado Vivo", versión un poco más macabra de la "Lucha de Ataúd" citada anteriormente, en la cual no se espera a que el luchador esté "groggy", no, sino que, supongo que en contra de su voluntad firme y sonoramente expresada a base de alaridos del tipo de "¡No, por Dios, no me enterréis vivo otra vez!", se le introduce en la caja plenamente consciente de lo que está a punto de sucederle. Eso es precisamente lo que le pasó a Callaway en su último combate contra Mankind, uno de sus peores enemigos. Todo iba bien para nuestro amigo "El Enterrador" hasta que, sin previo aviso, surgió de la nada Terry Gordy, conocido entre sus fans como "El Ejecutor". Entre Mankind, Gordy y unos cuantos luchadores más que se fueron sumando a la fiestecita, introdujeron a "El Ejecutor" en la caja de pino preparada a tal efecto.
 
Quienes acuden a estos combates saben que todo es mentira, un "show". En realidad "El Enterrador" es un marido extraordinario y un buen padre de familia, y "El Ejecutor" no soporta la sangre y no sería capaz de ejecutar ni a una mosca. Lo de Mallorca, sin embargo, no fue una broma y nos tuvo a todos con el alma en vilo. Pablo Alfaro, el jugador más sancionado de la historia de la Liga española, aduce en defensa de su compañero de equipo que nadie trata de lesionar adrede a otro futbolista. Alfaro tendría que empezar por convencer de eso al pobre Pablo Futre, quien, a la conclusión de un partido entre el Atlético de Madrid y el Zaragoza, declaró lo siguiente: "No sabía si darle la enhorabuena o todo lo contrario por el marcaje, porque no ha conseguido que yo saliera en silla de ruedas".
 
Cuentan que, tras una famosísima entrada del paraguayo Fernández sobre Amancio, Santiago Bernabéu dijo que aquello entraba dentro del Código Penal. Aquel parte médico decía lo siguiente: "El jugador presenta rotura del músculo cuadriceps del muslo con un aspecto semejante al de una cornada". Ahora el Mallorca piensa exigir la intervención de oficio del Comité de Competición. Tras visitar a Arango, Héctor Cúper ha declarado: "Si lo ves, te asustas". ¡Tú sí que vives tranquilo, "Enterrador", jugando con tu amiguito "Ejecutor" a ver quien entierra vivo antes al otro!

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