Florentino Pérez conquistó la presidencia del Real Madrid hace seis meses basándose en una "campaña a la americana", fichando a Luis Figo a golpe de talonario y asegurando a los socios que salvaría la crisis económica del club. El agujero económico, que se produjo bajo el mandato de Ramón Mendoza, adoptó una pendiente peligrosa bajo la égida de Lorenzo Sanz. Tan alarmante era la deuda en sí como el desconocimiento sobre su cuantía exacta: ¿veinte mil?, ¿treinta mil?, ¿cuarenta y cinco mil, como aseveró la actual junta directiva? En realidad, cualquier otra empresa del mundo habría puesto el cartelito de "liquidación por derribo", pero la historia es el mayor aval de un club como el madridista.
El próximo lunes, F.P. tendrá sobre la mesa de su despacho la famosa auditoría de gestión que también prometió a los socios, los únicos dueños del Real Madrid. Quienes votaron al actual presidente querían saber, y sabrán por fin –¡aleluya!–, tras los seis meses de investigación empleados por la conocida empresa auditora Arthur Andersen. Sinceramente: o tenían mucho que examinar (lo sabremos pronto), o pusieron al frente al más lento de la empresa. En cualquiera de los casos, la tarea hercúlea finalizó y estamos todos preparados para la traca final.
En su día, F.P. cometió un error de cálculo, y ahora está obligado a tirar de la manta. Si no lo hace quedará en evidencia. Y si encuentra materia delictiva en la gestión de los anteriores directivos deberá acudir inmediatamente al juzgado de guardia, o a la Fiscalía Anticorrupción. En cualquier caso, estamos anhelantes ante lo que el presidente vaya a desvelar: ¿Qué encontró en la caja fuerte? ¿Cuál es la deuda exacta del club? Y al margen de todo ello, lo que a mí más me preocupa, ¿cómo piensa liquidar cuarenta y cinco mil millones en 42 meses de mandato? (por la "cuenta de la vieja", más de mil "kilos" al mes). Muy interesante, por que si tiene algo por lo que tirar de la manta, Lorenzo Sanz no se quedará haciendo el "don Tancredo", eso seguro.
Al margen de todo ello, si F.P. cumple lo prometido (y todos trabajamos con la estimación que hizo de la deuda en su día), quien esto escribe propondría a la Academia sueca el Nobel de Economía para el presidente del Real Madrid si la deja finalmente en cero. Es más, creo que George Bush le reclamaría como sucesor de Allan Greenspan al frente de la Reserva Federal Americana. Un milagro, sí señor. Y si no fueran esos cuarenta y cinco mil millones de deuda sino (como dijo Lorenzo Sanz) la mitad, F.P. debería acabar su mandato con un superávit de veinte mil ¿no? Yo soy de letras y nunca entendí a los "ingenieros financieros", pero parece un poco complicado. Preguntaremos al presidente. Y si no, a Arthur Andersen, que debe saberlo todo.
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