"Ciento volando de catorce" (Colección Visor de poesía), el libro de Joaquín Sabina, va ya por su tercera edición. No se recuerda cosa igual desde aquel "Cuaderno de Nueva York" (Poesía Hiperión) del maestro José Hierro, del que perdí la cuenta por la novena. En un país en el no se lee ni el periódico, resulta milagroso que la gente vaya cantando por la calle las letras del juglar jiennense, y recitando también sus poesías. Sabina es un fenómeno, un poeta maldito y, como no podía ser de otra forma, colchonero, seguidor acérrimo del Atlético de Madrid. El autor de "¿Quién me ha robado el mes de abril?" o "Calle Melancolía", lo dice así en "Benditos Malditos":
"Benditos sean los ceros a la izquierda,
los vuelos regular tirando a mal,
los de viva el Atleti manque pierda,
los que esperan que amaine el temporal"...
No desconocerá Sabina el bien que le hace al fútbol en general, y al Atlético de Madrid en particular, con esos versos. Y también con los que forman parte de "Dentro de un tiempito" y que dicen así:
"Lo peor es que, mal que a vos os pese,
seguiré siendo, si el pulmón aguanta,
zurdo como el gallego ese que canta,
hincha de Boca, de boca que bese,
del Boca que empataba los partidos
que daban nuestras bocas por perdidos".
De nuevo el bendito malditismo, buscado adrede; otra vez el cero a la izquierda que espera que amaine el temporal. Nada mejor que empatar un partido que ya se daba por perdido. ¡De ganar ni hablamos!
Me parece tan buena la idea de Sabina que pienso llevarla a la práctica radiofónica inmediata. Me voy a tirar a la piscina sin saber primero si han puesto agua, pero, antes del Real Madrid-Barcelona del próximo domingo, me propongo dirimir otro duelo en nuestro "Tirachinas" de la Cadena Cope, este poético, entre jugadores de ambos equipos. ¿Tendrán ellos el cuerpo para lírica? Dentro de siete días les ofreceré el resultado de mis pesquisas. ¿1, X ó 2? Veremos.
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