Detrás del aplazamiento de la Asamblea de la Liga inicialmente prevista para este jueves (un hecho inédito que yo sepa) se encuentra otro desesperado movimiento por parte del denominado "G-30" con el único objetivo de forzar la firma de un acuerdo televisivo que satisfaga por igual a todos los clubes de fútbol de Primera y Segunda división. Y es que la Liga española continúa siendo un fragilísimo castillo de naipes, un presunto coloso incendiado por las llamas de unas deudas astronómicas que, lejos de disminuir, aumentan temporada tras temporada de forma desproporcionada. Sirva sólo un dato: la Asociación de Futbolistas Españoles denunció en 2001 por 9,5 millones de euros; en 2002 se dobló dicha cantidad hasta alcanzar los 18 millones. En la actualidad, 250 jugadores profesionales han presentado a la AFE denuncias por un importe total de 40 millones, cuatro veces más que hace dos años y algo más del doble que hace sólo uno. Insostenible.
La desesperación y la amenaza de descenso, (los clubes tienen de plazo hasta el próximo 31 de julio para pagar todas sus deudas) convierten a los "modestos" del "G-30" en un grupo relativamente unido (que a nadie le quepa duda que si, por ejemplo, el Getafe pudiera firmar un contrato televisivo millonario pasaría inmediatamente al grupo liderado por el Real Madrid) y peligroso para el "G-12" que, con contratos ya firmados en sus bolsillos, verían cómo una posible paralización de la Liga les supondría pérdidas millonarias. Es muy curioso porque en realidad lo que pretenden los clubes del "G-30" es darle la vuelta al "pay per view", pasando precisamente a ingresar una cantidad de dinero aunque nadie pague nada por ver ninguno de sus partidos transmitidos por televisión. Es lo que podríamos bautizar como "cash per no view", una nueva figura macroeconómica a la española.
"Estamos en el abismo", decía a finales de mayo Gerardo González Movilla, presidente de la AFE. Es lo mismo que lleva diciendo desde que le conozco, allá por el año 1990, lo que ocurre es que igual ahora tiene razón. Milagrosamente los clubes casi siempre han pagado sus deudas, aunque haya sido en el último segundo del último minuto del fatídico 31 de julio, evitando así decisiones traumáticas para ellos. Si "Papá Estado" no paga y tampoco lo hace "Mamá Televisión", ¿quién sacará del abismo a Mallorca, Valladolid, Racing, Las Palmas, Salamanca o Tenerife?... ¡El cash per no view! Yo ya estoy convencido, ahora sólo falta Florentino.
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