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Juan Manuel Rodríguez

Con cinco no basta

Estoy convencido de que el abogado del Sevilla es en realidad un submarino de Mateo Alemany, un agente doble del "MI 5" con la única misión de torpedear al sevillismo desde dentro del club

Se me antojan escasos los cinco partidos de sanción a Javi Navarro, se me quedan un pelín cortos. Me parecen pocos, y más teniendo en cuenta que el asesor jurídico del Sevilla es Manuel Soto, aquel que asegurara en su día que se escribió mucho más de la jugada de su futbolista que de la detención de tres terroristas de ETA. ¿Para qué se necesitan fiscales con abogados así?... Tras conocer la sanción impuesta por el Comité de Competición, Soto ha dicho lo siguiente: "Consideramos que se debe practicar una prueba a Arango para ver la gravedad del asunto y no se ha llevado a cabo. El Mallorca aportó un informe de su médico en el que no se apreciaba que hubiera sufrido una parada respiratoria". Lo dicho, cinco son muy pocos.
 
Lo normal con un defensor así habría sido que Competición le hubiera metido al futbolista cincuenta y siete partidos de sanción, una multa de mil trescientos cincuenta millones de pesetas, arresto domiciliario y retirada del pasaporte. Soto ha sido el peor enemigo de Navarro, únicamente por detrás del presidente José María del Nido. ¿Acaso pretendían los asesores jurídicos del Sevilla que les pasara un informe el forense Alfonso Cabeza?... El Sevilla tiene ahora un plazo de diez días hábiles para presentar sus alegaciones ante el Comité de Apelación, pero en este caso ni siquiera pueden agarrarse a esa mamarrachada del "arrepentimiento espontáneo". Aquí puedes partirle perfectamente a un tío la cabeza por tres sitios diferentes que si luego te arrepientes "espontáneamente" te quitan por lo menos dos partidos. No doy crédito.
 
Sí debemos agradecerle a Navarro que no pusiera en escena ese lamentable "paripé", el "besapiés" por el que pasan siempre, por supuesto de manera absolutamente espontánea, todos los jugadores después de haber afilado el hacha en el campo. Tras la "llave inglesa", Navarro reconoció que estaba "muy tranquilo" y dejó claro que sólo había ido a protegerse de Arango. Traducido al castellano: misión cumplida.
 
Si en el caso que nos ocupa no cabe la reducción de la sanción por parte de los caballeros de Apelación, sí podría conseguirse, intervención de Soto mediante, que Navarro saliera peor parado. Estoy convencido de que el abogado del Sevilla es en realidad un submarino de Mateo Alemany, un agente doble del "MI 5" con la única misión de torpedear al sevillismo desde dentro del club. Si Soto no se calla será factible que a Navarro le retiren también el carné de conducir, la Visa y hasta la tarjeta de "El Corte Inglés"... ¡Qué lástima que Monchi no fuera licenciado en Derecho!

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