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Juan Manuel Rodríguez

De aquí a Bailén, provincia de Jaén

No está nada mal para tratarse de Gregorio Manzano. El otro día, un compañero de la televisión le comentaba si no le vendría un poco grande el Atlético de Madrid. “Ya lo veremos al final de la Liga”. Y es que el “patrón” que se empleaba con Goyo no estaba siendo el mismo que, por ejemplo, se utilizó sin ir más lejos con Luis Aragonés. Con Luis el equipo no funcionó nunca a lo largo de la pasada temporada, y pese a ello a nadie se le ocurrió cuestionarse que pudiera venirle grande. ¿Por qué? Luis Aragonés no repitió ni una sola vez la alineación titular a lo largo de las 38 jornadas de Liga y, salvo honrosas excepciones, “el periodismo” (como diría Jorge Valdano) no planteó nunca abiertamente el debate sobre si Luis podría ser poco entrenador para tanto equipo. Por eso Gregorio Manzano, sabedor de que mediáticamente hablando es un entrenador de "serie B", remite a todo aquel que le cuestiona a lo que suceda al final de la temporada.

Lo que nadie podrá quitarles ya a los aficionados colchoneros, siempre a expensas de lo que ocurra con la clasificación general final, es la alegría que supuso el 4-0 ante la Real Sociedad, vigente subcampeón liguero. No está nada mal para alguien que no inventó el fútbol y que carece de los amplios conocimientos futbolísticos de Luis, más “sabio” que el entrenador andaluz “de aquí a Nueva York”. Manzano ha armado una buena defensa con Gaspar y Sergi por las bandas y Lequi y Simeone como centrales. El “cholo”, como sucede siempre con los futbolistas a medida que van cumpliendo años, ha ido retrasando poco a poco su posición y su experiencia y su carácter le vendrán muy bien al Atlético de Madrid.

Novo va pareciéndose cada día más al jugador que sorprendió en Mallorca y Jorge (invisible desde que llegó al Calderón) se ha convencido también de que tiene la suficiente entidad como para poder echarse el equipo a la espalda. Si a todo ello añadimos además que Manzano ha descubierto petróleo con la conexión que forman Torres y Nikolaidis, parece que el Atlético de Madrid se convierte otra vez en un equipo competitivo. Y todo eso sucede con el “caño” Ibagaza ausente. El pequeño argentino está llamado a ser el “faro” de este equipo en el centro del campo aunque le haya salido un fiero competidor con Jorge Larena. No está nada mal para tratarse de Gregorio Manzano, un entrenador más sencillo (no confundir nunca con “simple”) que Luis “de aquí a Bailén, provincia de Jaén”.

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