El Real Madrid no cerrará el año 2001 en televisión, ni tampoco abrirá el 2002. Sin embargo, Emilio Butragueño sí presentó el otro día en sociedad el nuevo desodorante merengue. La mano derecha de la mano derecha de Florentino Pérez se trajeó y engominó para darle salida comercial al "frescor merengue del Caribe", el Fa que cualquier socio de pro querría llevar consigo. ¿A qué olerá el desodorante del centenario? ¿Será dermosensitive? ¿Mantendrá secas las axilas? ¿Estará testado dermatológicamente? El "héroe de Querétaro" parece ahora un comercial de Sanex, puerta por puerta pidiendo el aguinaldo.
Pero... ¿dónde iremos a parar? Los tiempos han cambiado una barbaridad, porque hace cuarenta años Santiago Bernabéu abroncó a Di Stéfano por anunciar las medias Berkshire, y ahora F.P. (quién sabe si acuciado por la Hacienda de Rodrigo Rato) jalea a los suyos para que vendan todo lo vendible. La empresa ha llegado al Real Madrid. Marketing agresivo.
Ahora que ya sabemos que no será Valdano quien despida el año, el personal anda algo inquieto esperando la nueva ocurrencia de F.P. ¿Dará a conocer el próximo 6 de marzo el perpetuum mobile? ¿Conseguirá el factótum de ACS y RMCF, lo que en su día no lograron Orffyreo, el profesor Clabots o el doctor Cranach? ¿Habrá dado el ex de la extinta Unión de Centro Democrático (no sé por qué pero siempre que se habla de la UCD se le aplica el a renglón seguido el adjetivo "extinta") con la clave del movimiento continuo? El único que lo sabe es Miguel Ángel Rodríguez.
Es comprensible que aquel aficionado que no sea seguidor del Real Madrid o incluso voy más allá aquel ciudadano a quien no le guste el fútbol, esté un poquito harto del centenario. Estoy pensando, por ejemplo, en Sánchez Dragó. ¿Cómo llevará el centenario merengue un hombre a quien no le interesa nada de lo que le haya ocurrido a la humanidad desde el siglo VI después de Jesucristo? Tiene que ser un tormento para él, porque, además de sobrarle catorce siglos (y vamos camino del quince), le bombardean con el ¡Hala Madrid!... ¡Pues hala!
Sólo hay dos formas de tomarse el centenario del Real Madrid: demasiado en serio (como lo hace, paradójicamente, Joan Gaspart) o a cachondeo. Por eso creo que Jesús Gil ha dado en el clavo: ¿Se abrirá el cielo el 6 de marzo y bajará de las nubes F.P. tocando el arpa? Demasié.
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