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Juan Manuel Rodríguez

Dos de mosqueo en Garmish Partenkirchen

El torneo de saltos de trampolines de Garmish Partenkirchen ¿se juega o se corre? (iba a preguntarme ¿nace o se hace?, pero me parece demasiado). La cuestión no resulta baladí, puesto que se ha convertido en una cita inevitable de todos los 1 de enero. Te levantas resacoso tras la macrofiesta de turno de la Nochevieja, y ahí están los viejos Garmish y Partenkirchen. Inalterables. Imperturbables teloneros del Concierto de Año Nuevo en el que todo el mundo acaba tocando las palmas. Inasequibles al desaliento. Sería una buena promoción para el esquí, de no ser por el día (la gente está más pendiente del chocotatito con churros) y por el nombrecito del campeonato. ¿O es que han visto a alguien hablando al día siguiente de los saltos? Imposible. ¿Imaginan la conversación en un bar?: "¿Sabes que ayer ganó en Garmish Partenkirchen el alemán Sven Hannawald?"... "Naturalmente, aunque yo creo que el austríaco Andreas Widhoeltz tuvo muy mala suerte".

El nombrecito sí que es un auténtico eslálon gigante para los becarios, que son quienes se ocupan de la información durante la Navidad. Garmish Partenkirchen. ¡Toma ya! No podía ser Insbruck, o Navacerrada, que nos pilla más cerquita. Tenía que ser Garmish Partenkirchen (¿no les recuerda a Guildenstern y Rosencrantz?). Me viene a la memoria que un 1 de enero de hace dos o tres años le jugué una mala pasada a un compañero preguntándole, en vivo y en directo, por quién encabezaba en ese instante la prueba. "¿Qué profesionalidad es esa?", le dije, "¿así que no sabes quién manda en la clasificación general provisional de Garmish Partenkirchen?" Era, lógicamente, una broma, pero como el compañero ya me conocía bien, atinó a decirme: "El primero es un japonés".

El año pasado leí una interesante teoría de Andrés Aberasturi a propósito de todo esto. Sostenía que los esquiadores eran siempre los mismos, que no cambiaban. Ya que nadie le prestaba atención al evento, la televisión alemana se limitaba por lo tanto a reproducir miméticamente la misma grabación año tras año. Y tiene cierto sentido. ¿Quién recordará el 1 de enero de 2003 el nombre del vencedor de hace 365 días? ¿Piensan que alguien protestaría si se reprodujeran otra vez las imágenes de Hannawald saltando más que nadie? ¿Presentaría una denuncia, ya fuera en la comisaría de Garmish o en la de Partenkirchen, la familia de Hiroki Yamada, cuarto clasificado de 2002?

Estoy con Aberasturi. Y me lo he tomado como una cuestión personal. Es más complicado saber si Armstrong, Collins y Aldrin pisaron realmente la luna el 16 de julio de 1969 (también hay teorías al respecto), pero esto de Garmish Partenkirchen lo tengo, como diría un castizo, "a huevo". He tomado buena nota de la clasificación, y como dentro de un año vuelva a ganar Hannawald empezaré realmente a mosquearme.

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