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Juan Manuel Rodríguez

El abuelo del viento

Los futbolistas siempre están "concentrados"... ¿concentrados en qué?... Decididamente me quedo con Haraguchi

Cada día que pasa tengo más claro que el futuro de la radio deportiva es opinión, opinión y más opinión. El piloto de Fórmula Uno que tiene la fortuna de coger un volante "libre" está en la obligación de aprovecharlo, y sucede lo mismo con un micrófono. Yo creo que cuando a un comunicador le conceden el privilegio de poder utilizar uno de los pocos micrófonos que quedan "libres" tiene la obligación moral de agarrar el toro por los cuernos sin titubear, aunque el morlaco le pegue, de vez en cuando, una cornada o le revuelque por el albero. Gajes del oficio. José María García tenía mucha razón cuando decía aquello de que la indiferencia del oyente es el encefalograma plano del comunicador.
 
Llevando esa teoría hasta sus últimas consecuencias podríamos llegar a la conclusión de que futbolistas, directivos, entrenadores y representantes constituyen un "mal necesario", aunque no imprescindible para la radio deportiva. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿de verdad le interesa a un oyente lo que pueda "no decir" un futbolista que se retira a los vestuarios, sudado, enfadado por aquella clara ocasión de gol que falló al principio del partido?... ¿O lo que pueda "no decir" sobre un jugador su intermediario, atado de pies y manos, pendiente de la llamada de un presidente para llevarse su diez por ciento?... En el fútbol español cada vez habla menos gente, y cuando lo hace es para decir naderías. No recuerdo la última vez que alguien del fútbol me dijo algo interesante en antena, y eso es porque ellos no tienen una "deuda" con los oyentes, pero quienes nos dedicamos a la radio deportiva sí.
 
Esta reflexión, que sólo espero que no les parezca demasiado pedante, volvió a surgirme cuando presencié en la televisión la carrera de Kozo Haraguchi, un velocista de 95 años que batió en Miyakazi, al sur de Japón, el récord mundial de los cien metros en la categoría de "95-99 años". Al final de la carrera, declaró: "Es la primera vez que corría bajo la lluvia. No he dejado de pensar en no resbalar hasta la línea de meta". Kozo Haraguchi no sólo era capaz de correr los cien metros en un tiempo de 22 segundos y 4 centésimas, sino que, una vez finalizada la carrera, ¡hablaba!... Los futbolistas siempre están "concentrados"... ¿concentrados en qué?... Decididamente me quedo con Haraguchi.

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