El Barcelona ha vuelto con todos nosotros. Esa es la primera conclusión que extraje tras ver el partido del martes en el Celtic Park. El Barça ha regresado después del tremendo azote que supuso tener a Joan Gaspart como presidente, y ahora resulta comprensible que se viva un estado de emoción sin igual puesto que todos pensábamos que ya no se recuperaría de aquello. Fran Rijkaard recibió como herencia una plantilla desvertebrada, rota y sin la suficiente calidad, y el equipo que dirige Joan Laporta ha logrado construir una plantilla competitiva en un tiempo récord. ¿Ganará algún título este nuevo Fútbol Club Barcelona?... Lo desconozco, aunque por lo menos está "en condiciones de...", circunstancia ésta que no se producía desde hace cinco larguísimas e inacabables temporadas.
El Barça ha regresado de la "zona muerta" tras realizarse un lifting total, mostrando sus mejores armas y con cuatro o cinco futbolistas del máximo nivel mundial. Sandro Rosell ha acudido inteligentemente a ese "segundo escalón futbolístico" de jugadores como Giuly, Deco o Belletti, entregándole el mando a dos auténticos super-clase como son Ronaldinho o Eto'o. La suya es una filosofía distinta a la de Florentino Pérez, un concepto diferente para dos situaciones que no tienen nada que ver entre sí. El vicepresidente deportivo hizo de la necesidad una auténtica virtud, teniendo siempre muy claro el mandamiento del equilibrio presupuestario. Sólo las rencillas personales de quienes dirigen el club pueden estropear este nuevo panorama.
El equipo azulgrana necesitaba perentoriamente atinar en sus fichajes, mientras que el Valencia sólo tenía que dejar las cosas como estaban y sin embargo eligió no hacerlo así. El equipo de Rafa Benítez se impuso al Anderlecht por 2-0, y entonces Ranieri pudo darles una vuelta a sus italianos por el campo de Mestalla. Digo que el equipo de Benítez venció al Anderlecht, y digo bien, porque la alineación titular de Ranieri podría haber sido cualquiera de las que elaborara en su día el entrenador madrileño. El Valencia ha fichado también, como el Barcelona, muchos jugadores -cuestión que no ha comprendido la "vieja guardia"- y no me atrevería en absoluto a decir que haya fichado mal sino que simplemente lo hizo a destiempo. No era el tiempo de Corradi o Fiore sino el momento de confirmar a Rufete, Angulo o Mista. Estoy convencido de que eso le pasará factura a Ranieri si no lo explica bien. O si, por lo menos, no trata de explicarlo como es debido.