Poco importa que Jorge Valdano no considere una prioridad estratégica la contratación de David Beckham. El director general deportivo del Real Madrid estuvo a punto de pifiar el fichaje de Zinedine Zidane, y el de Ronaldo -que casi se le fue de las manos- pudo llevarse a cabo gracias al "master acelerado" que le dio Florentino Pérez. Poco o nada importa, por tanto, que ahora recule don Jorge porque si a F.P. se le pone en las narices fichar al jugador inglés no habrá consejero áulico que se lo impida. Y el caso es que el lenguaje que utiliza estos días el presidente del Madrid es, más o menos, el mismo que empleó para desmentir "categóricamente" en su día los fichajes de Zidane y Ronaldo.
En Inglaterra existe la sensación de que la alargada sombra de Florentino Pérez se cierne ahora sobre el futbolista inglés, y que éste no podrá esquivar por mucho tiempo a F.P. El presidente del Madrid detecta al instante los problemas ajenos. Olió la insatisfacción de Luis Figo. Olió el aburrimiento de Zidane y el inconformismo de Ronaldo, y ahora huele las notables diferencias existentes entre Fergusson y Beckham. Al levantarse cualquiera de estos días, el presidente del Manchester United se desayunará con la noticia del fichaje de David por el Real Madrid. Eso si antes F.P. no decide marearle en el "Pitina II".
El caso es que el portero Ricardo (ex del Atlético de Madrid y Valladolid) ya ha recibido un "cante" por parte de la directiva del club. Ya no es tan gráfico como lo fue en su día en "El Tirachinas" cuando explicó que Beckham le había preguntado por las tiendas de Madrid. Florentino también ha vuelto a poner a Valdano en su sitio, (en segunda fila y en posición de saludo) para que no le espante la pieza. Todo hace indicar que el Real Madrid irá a por el "cromo" que le falta en su colección y que F.P. hará de David Beckham el Luis Figo de su próxima reelección a la presidencia del club.
No me parece una buena idea el hecho de argumentar el número de camisetas que pueda vender tal o cual futbolista como base fundamental para su fichaje. Beckham -que no es un jugador excesivamente rápido y que no desborda con la tenacidad que pueda hacerlo Figo- tiene, sin embargo, un guante en el pie y ve el fútbol desde la banda como nadie lo hace en el mundo. Es un futbolista único en su género, que no tiene por qué ser el mismo género de Raúl o Roberto Carlos. Si finalmente viene al Real Madrid quedará confirmada la teoría de que, cuando Florentino dijo aquello de "en este club jugarán los mejores del mundo", el presidente madridista se refería esencialmente a aquellos que se mueven de medio campo hacia arriba.
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