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Cuentan, exagerando la nota, que Luis Molowny colocaba a sus jugadores sobre el terreno de juego de la siguiente guisa: "¿Cómo se llama usted?"... "Santillana"... "¿Y qué suele hacer?"... "Marco muchos goles"... "Pues hala Santillana, salga al campo y continué marcándolos". No existía "librillo" futbolístico en el mundo, por muy adelantada que fuera su edición, capaz de situar a Carlos Alonso Santillana en otro puesto que no fuera el de delantero centro. "¿Usted marca muchos goles? Pues hala, siga marcándolos para nosotros". Está claro que si el Real Madrid de John Toshack batió en su momento récords de goles no fue por aquella "feliz" idea que tuvo el galés de colocar a Chendo como medio centro, sino porque Hugo Sánchez, Michel, Sanchis, Hierro, Martín Vázquez y Butragueño jugaban cada uno en su sitio natural.

No entiendo a la gente. Ahora me dicen que el Real Madrid de Carlos Queiroz se parece "peligrosamente" (y utilizan ese adjetivo, "peligrosamente") al de Vicente del Bosque. Seguro que muchos aficionados madridistas estarían encantados con que el parecido fuera tal que el equipo del portugués fuera capaz de ganar dos Copas de Europa, una Liga y una Copa Intercontinental en sólo cuatro años. Lo que el aficionado quizás no entienda (aunque agua pasada ya no mueva molino) es para qué tanto jaleo con la sustitución de Del Bosque. El Real Madrid de Queiroz se parecerá inevitablemente al que dirigió Del Bosque sencillamente porque es el mismo. Casillas sigue siendo "San Iker". El equipo hace agua en defensa. Zidane continúa siendo el mejor de largo. Ronaldo aprovecha esa punta mortal de velocidad que le convierte en el mejor delantero del mundo. Raúl es todo carácter y Roberto Carlos una bomba por la banda. Michel es un pura sangre. ¿Y el "librillo tecnificado"? ¿Qué hacemos con él?

Cuando Figo ha jugado por la izquierda se ha trasladado inconscientemente hacia el centro porque en aquella banda no entra en juego. Y cuando Beckham lo ha hecho en la posición de medio centro, el resto del equipo –acostumbrado a girar entorno a Zidane, el mejor del mundo con diferencia sobre el segundo– lo ha notado para mal. Sólo he percibido que, con C.Q. en el banquillo, Roberto Carlos se incorpora más si cabe al ataque. Hago con ustedes una apuesta: ¿a que si fichan finalmente a Ayala éste jugará como defensa central? Yo por lo menos le pondría ahí, pero ya advierto de antemano que yo no tengo el famoso "librillo".


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