El verdadero problema de Fernando Vázquez (¿es todavía entrenador del Rayo Vallecano?) es que es un buen hombre al frente de un equipo regularcillo, más bien del montón, un equipo para andar por casa. Cuando la señora presidenta estalla de justa rabia –justa, sí, porque su familia se gasta una pasta gansa en mantener al equipo– y dice eso de que "hemos jugado muy mal", no se da cuenta de que será muy difícil, por no decir imposible, que el Rayo juegue bien al fútbol. Podrá (con dificultades) mantenerse en Primera División, pero es muy habitual que sean aquellos equipos que tengan a los mejores jugadores en sus filas los que, al final, jueguen bien al fútbol. El Rayo se verá abocado (con éste o con cualquier otro entrenador) a llevar a cabo una interpretación estrecha del juego en un campo, por cierto, también estrecho, porque... ¿qué quiere Teresa Rivero, que su equipo juegue bien o que mantenga al final del año la categoría?
La "familia Rumasa" ha pasado del mandoble del rudo Andoni Goicoechea al aire doctoral de Fernando Vázquez, y ni uno ni otro funcionaron porque, al final, el papel que le tocará jugar al Rayo en Primera División será el de comparsa. Por eso cuando escucho a la presidenta me llama mucho la atención que se moleste porque su equipo juegue mal, cuando en realidad lo que quiere decir es que le fastidia que el Rayo no gane partidos. ¿Quiere ganarlos?... Muy sencillo: realice una inversión acorde con su objetivo. Creí que esa conversación la habrían mantenido con Vázquez cuando le ficharon, pero parece ser que no. La primera pregunta debería haber sido: "¿cree usted en el ratoncito Pérez?". Si el Rayo carburó con Goyo Manzano fue simplemente porque éste –haciendo valer sus artes psicológicas– convenció a los jugadores de que sí existía el susodicho ratón.
Y volvemos al principio. El verdadero problema de Fernando es que es un buen hombre, cuando ahora mismo lo que se estila en su "negocio" es el buitre leonado. En las últimas horas he escuchado de todo, y lo que más gracia me ha hecho es que "Vázquez sólo tiene buena prensa". Y es que los periodistas nunca estamos contentos con nada; si nos hablan, porque nos hablan, y si no, porque no lo hacen. Fernando tiene buena prensa porque no es un entrenador estridente y se puede dialogar con él. Y sobre todo tiene buena prensa porque, lo diga quien lo diga, es un buen entrenador. Un buen entrenador al frente de un equipo que sufrirá mucho para seguir en Primera División. Un buen entrenador que, como sí le ocurre a Del Bosque en el Real Madrid, no tiene a Ronaldo para que le haga mucho mejor de lo que es en realidad.
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