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Juan Manuel Rodríguez

El telediario de Iñaki Sáez

En el fútbol español se ha producido una "revolución silenciosa" de la que Iñaki Sáez, seleccionador nacional, es probablemente el exponente más notorio por ocupar también el puesto de mayor responsabilidad. En los años noventa era más sencillo encontrar una aguja en un pajar que un entrenador español sentado en el banquillo de un equipo de Primera. Los directivos preferían echar mano de un alemán o un argentino desconocidos antes que confiar su plantilla al típico técnico que llevaba trabajando toda su vida con las categorías inferiores del club. Y algunos acertaron pero otros se acabaron transformando en auténticos "boomerangs", elementos encajados por la fuerza y los comisionistas en un entorno que no era el suyo y que nunca comprendieron. Van Gaal sería un buen ejemplo de eso.

Pero a mediados de los años noventa los clubes, forzados también por la agónica situación económica, acabaron con las "vedettes" y se fijaron en lo que tenían más a mano. Bueno, bonito y, sobre todo, bastante más barato que marcharse a Paraguay a por un entrenador de una Liga de chicle. José Antonio Camacho, Vicente del Bosque, Miguel Angel Lotina, Victor Muñoz, Gregorio Manzano, Javier Irureta, Victor Fernández... Eso por no incluir a los "clásicos" como Luis Aragonés, Javier Clemente o Joaquín Peiró. Excepción hecha de Camacho y el propio Luis, todos los técnicos anteriormente citados estaban cortados por un mismo patrón, lo que dimos en llamar "perfil bajo" sin que tampoco supiéramos a ciencia cierta qué era eso exactamente. Y si echamos la vista atrás lo cierto es que, en líneas generales, los clubes españoles no se pueden quejar del resultado de los entrenadores nacionales.

No sé muy bien por qué razón, la selección nacional andaba empeñada en ir contra una corriente que funcionaba bastante bien. Se elegía a entrenadores españoles pero el "retrato-robot" de los dos últimos al menos (y son casi diez años del equipo nacional entre ambos) no era precisamente el de entrenadores de "perfil bajo" sino el de técnicos excitadísimos, "jaimitos" y un poquito histéricos. Por eso me gustó tanto la elección de Sáez, un perfecto conocedor del club de todos que, al fin y al cabo, conforma el equipo nacional. A Iñaki le iban a echar en octubre aunque ya estamos en agosto y ahí sigue. Da pasitos cortos pero firmes y ahora protagoniza una transición decisiva –la de los Torres, Alonso, Reyes, Rekarte, Pavón y Juanito entre otros– de la que sólo él ha marcado los "tiempos". Como a todos, algún día le echarán; pero no parece que vaya a ser precisamente "Iñaki el breve". Ya pasaron de largo sus dos telediarios.


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