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Juan Manuel Rodríguez

El "voto por correo" de Sandro Rosell

Sandro Rosell también ha querido depositar su voto por correo en estas moviditas elecciones del Real Madrid, y lo ha hecho abierta y descarnadamente a favor de la candidatura que encabeza Florentino Pérez. Preguntado por el periodista por la valoración que hacía de lo que estaba sucediendo en la "casa blanca", el vicepresidente del Barcelona dijo lo siguiente: "nosotros siempre hemos tenido una buena relación con la junta que preside Florentino, pero ya nos iría bien que perdiera, ya..." Esto quiere decir que los barcelonistas están deseando que este domingo venzan los señores Lorenzo Sanz o Arturo Baldasano. Por ser él quien es y por venir de dónde viene, el "voto" de Rosell sí que es un auténtico "voto de calidad", un voto que hará reflexionar incluso a los socios madridistas más indecisos.
 
La situación tiene cierto paralelismo con la que se vivió cuando Joan Gaspart pretendió perpetuarse en la presidencia culé contra viento y marea. Si usted le preguntaba por aquellas fechas a cualquier aficionado del Real Madrid, éste le respondería sin titubeos que él lo que quería es que Gaspart siguiera durante muchos años más en la presidencia del Fútbol Club Barcelona. Incluso Gaspart fue capaz de darse cuenta en un momento determinado de que lo suyo era realmente insostenible, y el gozo merengue acabó al final en el pozo de un proceso electoral que concluyó a su vez con la sorprendente victoria del candidato Joan Laporta. Joan Gaspart le dio munición suficiente a Florentino Pérez como para hundirle mientras permaneció en el Barça, y sin embargo lo que hizo éste sibilinamente fue mantenerle la "respiración asistida" porque aquello era muy bueno para el Real Madrid.
 
La ventaja añadida que para Florentino adquiere el voto de Rosell es que al directivo azulgrana no han tenido que llevárselo al Parque de Atracciones ni montarle tampoco en los coches de choque sino que él lo hace desde lo más profundo de su corazón. O igual lo que sucede es que le están pagando ahora el que no dejara en ridículo a Laporta ("por favor, no lo digas aquí", gimoteaba el presidente culé) el famoso día en que Pérez no adelantó en TV 3 que él ya tenía fichado a David Beckham. Su "ya nos iría bien que perdiera, ya" es un puñal clavado en las entrañas mismas de las candidaturas de Sanz y Baldasano, un golpe mortal que sólo podría chafarle al ex presidente Pérez si, llegado el caso, saliera a la palestra el referido Gaspart diciendo que él también se queda con Florentino. Entonces sí, entonces la gente empezaría a mosquearse un poquito con tanto arrumaco imprevisto, con tanta carantoña fuera del guión.

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