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Juan Manuel Rodríguez

En la semana del Real Madrid-Barcelona (II)

El incidente entre Luis Enrique (lengua fuera, ojos desorbitados, pidiéndole más guerra) y Overmars es sintomático de los nervios existentes en la plantilla del Fútbol Club Barcelona. Es probable que de esos haya muchos, pero me parece también relevante el hecho de que la pelea se produzca justo en la semana del partido contra el Real Madrid. ¿Mi conclusión?... Mientras el desaparecido Patrick Kluivert habla de la Champions y declara abiertamente su predilección por la Liga italiana, Luis Enrique y Puyol siguen representando la esencia de ese club. El primero porque ya lleva mucho tiempo allí, y el segundo porque es culé desde que nació. Es probable, sólo probable, que el asturiano –harto de la situación del club– busque a quien sacudirle una colleja. Esta vez le tocó la china a Overmars. ¡Que se vayan preparando el resto de holandeses!...

En cuanto a Luis Figo, parece inevitable que, tres años después de "lo suyo", los periodistas sigamos buscando su opinión. Yo creo que el portugués ya no es aquel ex futbolista del Barcelona sino que ahora se ha convertido en madridista de pleno derecho. Es más, ante la Real Sociedad y cuando Del Bosque se dio cuenta de que aquello no lo levantaban ni Di Stéfano, Puskas y Gento juntos, le sustituyó para evitar que le sacaran la tarjeta amarilla que le impediría jugar el próximo sábado. A Figo, que vino exclusivamente por dinero al Real Madrid, han terminado por "blanquearle" Gaspart y compañía, como ocurrió con Michael Laudrup o Bernd Schuster entre otros.

Y como sucede en cualquier partido de estas características, será un choque de reencuentros. Por ejemplo, el de Radomir Antic con uno de los clubes españoles que ha dirigido desde el banquillo. El serbio, que es definitivamente muy hábil, supo sacarle en su día a Fernando Hierro todo el jugo atacante. Está claro que un tipo como él –básicamente egocéntrico– tendrá ganas de "vendetta". El Real Madrid, con Ramón Mendoza como presidente, le puso de patitas en la calle cuando el equipo era líder de Primera División. No digo que no exista otro caso similar en el fútbol mundial, lo que digo es que yo no lo conozco. Por otro lado, parece que se acabó el "efecto Antic", y es que un buen entrenador no puede hacer maravillas con una plantilla diseñada sólo para subsistir. Igual tengo que darle la razón a Louis Van Gaal cuando decía aquello de "yo soy el mejor técnico para este equipo". El holandés tenía la perspectiva de un mal entrenador. Dios los cria...

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