Error sobre error. Ahora se le ha ocurrido a Valdano (y Queiroz ha apoyado su decisión) que lo mejor para los futbolistas del Real Madrid es blindarles de sus propios aficionados, y como Las Rozas no queda lo suficientemente lejos de Madrid capital han decidido llevarse a los jugadores de concentración a La Manga. El entrenamiento llevado a cabo este martes ha estado muy calentito, e incluso Raúl y Michel tuvieron algo más que palabras; la policía local tuvo que retirar una pancarta ofensiva que aludía directamente a la vida privada (pública, por cierto, en todas las cadenas privadas de televisión) de los futbolistas, lo que ha sido considerado motivo suficiente como para trasladar la concentración del equipo hasta Murcia. ¿Olvida acaso Valdano que el Real Madrid es un club universal, y que esa universalidad llega también hasta La Manga? ¿Es que no hay madridistas en Murcia? ¿Se les impedirá también a ellos el acceso al entrenamiento? ¿Y qué va a ensayar ahora Queiroz a puerta cerrada que no haya hecho en los nueve meses anteriores?
Los futbolistas del Real Madrid tiraron la Champions en Mónaco y yo creo que hicieron lo propio con la Liga en el estadio Santiago Bernabéu ante Osasuna de Pamplona. Eso es algo que ya no puede evitar Jorge Valdano. Ahora bien, llevándoselos hasta Murcia y recluyéndolos durante 48 horas, lo único que demuestra el club es que han calado las insinuaciones de que sus jugadores no se cuidan suficientemente en su vida privada. La medida ha sentado a cuerno quemado en la plantilla, y buena prueba de ello la ha ofrecido Roberto Carlos -un ejemplo dentro del campo, fuera ni lo sé ni me importa un bledo- al decir que no hay quien pueda controlarle a él cuando no hay un balón por medio.
Y con la que está cayendo aparece el representante de Portillo para decir eso de "¿qué hay de lo mío?". Teniendo a Herminio Menéndez como representante al pobre "Portigol" no le hacen falta enemigos; ni siquiera Carlos Queiroz, quien ya ha quedado suficientemente claro que no cuenta con él y que prefiere a Guti como sustituto de Ronaldo. La dirección deportiva del Real Madrid tuvo el poco tacto de tratar a Morientes como si de un auténtico "paquete" se tratara, y entregó galones de capitán general a quien sólo había demostrado categoría de cabo furriel. A quien habría que recluir en La Manga es a aquel que consintió que el "moro" se largara al Mónaco y Portillo se quedara aquí como único sustituto del mejor delantero centro mundial.