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Tomás Vera, Director general de Inmigración de la Comunidad de Madrid, acaba de realizar unas declaraciones, autocalificadas como "políticamente incorrectas", acerca de la circunstancia que se produjo el otro día a la conclusión del encuentro entre el Real Madrid y el Milán. Resulta que Fernando Redondo, asistido por Raúl, se acercó al fondo sur del estadio Santiago Bernabéu, y allí el líder de los ultras madridistas (un tal Ochaíta) le hizo entrega al centrocampista argentino de una placa conmemorativa de su paso por el club madrileño. Vera ha llamado "imbéciles" e "idiotas" a los dos jugadores por darle pábulo a "un grupo de delincuentes racistas y xenófobos", e incluso le ha pedido a Florentino Pérez una sanción ejemplar para Raúl.

Hay varias cuestiones que no entiendo de estas declaraciones. Por ejemplo: ¿cómo puede considerar un político profesional "políticamente incorrectas" unas manifestaciones contra la xenofobia o el racismo?... El señor Vera podrá valorar que, puesto que arremete duramente contra dos futbolistas muy queridos por la afición madridista, esas declaraciones suyas pueden restarle votos al Partido Popular en las elecciones de mayo, pero... ¿políticamente incorrectas? En absoluto... Estamos demasiado acostumbrados a que los políticos no se mojen y éste al menos ha tenido el valor de decir realmente lo que pensaba.

Pero el señor Vera, que ya hemos convenido en que no es políticamente incorrecto sino electoralmente indiscreto, se queda con el chocolate del loro. Justo antes de que se disputara el Real Madrid-Milán ese mismo grupo racista y xenófobo al que él critica cargado de razón volvió a transformar Madrid en una ciudad sin ley. Y digo "volvió" porque los incidentes –desafortunadamente para todos– no son nuevos. ¿Saben cuantos detenidos hubo?... Ninguno. Cero. No hubo detenidos entre los racistas. ¿Cómo es eso posible? El Partido Popular gobierna la Comunidad de Madrid desde hace ocho años y el Ayuntamiento hace más de diez. El delegado del Gobierno es también del PP, como el propio Tomás Vera. ¿Querrá quizás el director general de Inmigración que solucione el problema de la violencia en el deporte la seguridad privada del Real Madrid?... ¿En qué espejo debe mirarse Florentino Pérez? ¿Cual es el ejemplo a seguir? Es probable que Redondo se equivocara al cruzar el campo para recoger ese premio, pero ¿cómo es posible que la Policía no detenga a un violento que quema un contenedor o arranca una papelera de cuajo ante la atónita mirada de los aficionados? Explíquemelo don Tomás.

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