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Juan Manuel Rodríguez

Florentino y los siete enanitos

Florentino Pérez asegura en una entrevista concedida a "Actualidad Económica" que el Real Madrid es como la factoría Disney, sólo que en el caso del club de fútbol está todavía sin explotar. Yo, que dudaba de la gestión que pudiera realizar en el futuro F.P., he de reconocer aquí y ahora, como mandan los cánones, que me ha sorprendido gratamente y que en doce meses no se puede hacer más. Sin entrar a valorar la legalidad de la "operación ciudad deportiva" (querría suponer que está todo en regla puesto que cuenta con la anuencia de la Comunidad y el Ayuntamiento madrileños) lo cierto es que Pérez se ha movido a una velocidad que dejaría en mantillas al mismísimo "hijo del viento". Y no sólo eso: está en vías de pulverizar una deuda histórica, ha ganado una Liga y encamina sus pasos hacia un Real Madrid muy americano.

La "nueva" idea de Florentino es dotar de apellidos comerciales al estadio Santiago Bernabéu. Pongo comillas a la palabra "nueva" porque hace tiempo que se pone en práctica en "yanquilandia", el país donde absolutamente todo tiene un precio. ¿Cuanto podría pagar un refresco de cola cualquiera por añadir su marca a la del estadio madridista? Se lo digo yo: 3000 millones de pesetas.

El presidente de ACS tiene más claro que el agua que la supervivencia de los clubes modernos provendrá de los ingresos atípicos. Los derechos de televisión están a punto de hacer "catacrack", de forma que habrá que generar dinero para luego poder reinvertirlo en jugadores de fútbol. Es el "abc" de la gestión empresarial. El Real Madrid vende la grifería y los cuartos de baño para construir unos nuevos vestuarios; el Real Madrid encarga una copia exacta de La Cibeles para cobrarles 1.500 pesetas a los aficionados que quieran fotografiarse subidos a ella en el centro mismo del césped del Bernabéu.

Florentino acabará siendo el "tio Gilito" porque es el papel que le va como anillo al dedo; Valdano es Mary Poppins, colándose por la chimenea de la "Juve" para rescatar a Zidane; Butragueño continúa siendo la Cenicienta desde 1984, y la carroza no se le convirtió aún en calabaza; y Figo es el Principe Azul... ¿Y Pinocho? ¿Dónde está Pinocho? Como el actual Real Madrid es un club de ensueño todavía no le ha crecido a nadie la nariz, aunque seguimos alerta.

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