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Juan Manuel Rodríguez

¿Gato de Odessa o gato escaldado?

Lo mínimo que debe exigírsele al entrenador del Real Madrid es que ese equipo juegue al fútbol, y Camacho no lo ha conseguido

Santos Márquez, amigo personal de José Antonio Camacho, nos dijo el lunes en El Tirachinas de la Cadena Cope que el problema que había existido con Florentino Pérez era que éste no le había dado al entrenador todo su cariño. Pero leche, ¿qué fichó Florentino, un entrenador o un amante?. ¿Acaso le dan a usted, lector de Libertad Digital, mucho amor en su trabajo?... Florentino, lo que quería era un profesional que condujese con conocimientos futbolísticos y mano izquierda un vestuario tan complicado como debe ser ése. Pero Camacho se quedó sin manos, ni la izquierda ni la derecha. No quiso negociar con futbolistas muy veteranos que lo han ganado absolutamente todo y que, como le sucede a él mismo, también tienen carácter y millones en el banco. Y balones de oro, por cierto, muchos balones de oro.

Me hace mucha gracia cuando escucho eso de que "el vestuario le ha hecho la cama a Camacho". ¿Nos hemos caído todos de un guindo?, ¿quién mandaba en ese vestuario, Del Bosque o Zidane?, ¿quién era más prescindible?, ¿y quién mandaba en el vestuario madridista de los años 70, Molowny o Camacho?. Los jugadores siempre han tenido la sartén por el mango, y ahora mucho más si cabe. Pero, en el fondo de la cuestión, el fútbol no ha cambiado tanto desde que Camacho galopaba por la banda. En el Real Madrid de los 70 mandaba él, y en el de 2004 manda Zinedine Zidane. Así de claro.

Quique Guasch dijo también anoche en El Tirachinas que a Camacho no le habían dejado hacer la revolución. Pero, ¿el de la Revolución no era Robespierre?. A él sí se la dejaron hacer y acabó como acabó. ¿Qué revolución hay que hacer en un equipo de fútbol que cuenta con jugadores como Ronaldo, Figo, Owen, Raúl o Roberto Carlos?. Es cierto que esa plantilla está desequilibrada, aunque eso ya no lo va a solucionar ni Camacho ni Camacha. Pero lo mínimo que debe exigírsele al entrenador del Real Madrid es que ese equipo juegue al fútbol, y Camacho no lo ha conseguido.

Lo mejor que puede pasarle a Camacho si sale públicamente a decir que sobran las filigranas es que Zidane pase de él. Y lo peor que puede ocurrirle es que un día le enseñe el vídeo de la final de la Champions League contra el Bayer Leverkusen y le diga lo siguiente: "¿ves al jugador calvito que agarra el melón que le viene por el aire y lo clava en la escuadra?... Ese soy yo. ¿Dónde estabas tú aquel día?, porque resulta que yo estaba ganando la novena Copa de Europa". Lo que necesita ahora mismo ese vestuario es un negociador, un diplomático que no vuelva locos a los artistas. Ese vestuario necesita a Vicente del Bosque. ¿O es que ahora resulta que García Remón le va a enseñar a Luis Figo cómo se controla un balón?. Mariano tendrá que fumar la pipa de la paz si no quiere convertirse en un gato escaldado.

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