Ha llamado mucho la atención el hecho de que Carlo Ancelotti haya decidido empapelar las habitaciones que sus jugadores tienen reservadas en Milanello con pósters de Ronaldinho. El entrenador italiano visualiza así el peligro del Barça, representado mejor que ningún otro por el "crack" brasileño. En el Real Madrid se tuvo durante mucho tiempo una sensación muy similar a la que sufren hoy en Milan con Ronaldinho, pero sustituyendo al brasileño por Paolo Maldini. Ningún entrenador del Real Madrid decidió entonces, que yo sepa, decorar las habitaciones de la "quinta del buitre" con fotos del defensa italiano. Creo que si a alguien en su sano juicio se le hubiera ocurrido colarse de puntillas en la habitación de Hugo Sánchez para motivarle con Maldini, el mejicano le habría echado con cajas destempladas. E intentar repetir idéntica operación con Michel habría sonado a cachondeo. No se sabrá hasta después de la eliminatoria si el afán "artístico" de Ancelotti dio o no dio resultado, aunque apañados tienen que estar en Milan si, para motivar por ejemplo a Shevchenko, tienen que pasarle el anuncio de Nike que presenta Eric Cantona. Clarence Seedorf ya ha comentado que espera que Ronaldinho no tenga su día. Tiembla el Milan.
De todas formas Ancelotti no es demasiado original haciendo eso. El primer gran motivador que hubo en el fútbol mundial, reconocido universalmente, fue Helenio Herrera. Antes de los partidos, "H.H." solía poner cartelitos del estilo de "quien no da todo, no da nada" o "el deseo de vencer se transmite". Desde luego que yo creo en la energía positiva que un entrenador pueda enviarles a sus jugadores desde el banquillo, aunque si el equipo no tiene la calidad suficiente ya puedes empapelar el vestuario de arriba abajo con "El Quijote" que no habrá absolutamente nada que hacer.
Creo en la energía positiva y, por supuesto, también en la energía negativa. Y lo que es mucho peor, en la energía indiferente. Supongo que quien viera este domingo el Getafe-Real Madrid se llevaría las manos a la cabeza oyendo lo que después dijo López Caro en la rueda de prensa: "los jugadores mostraron una actitud grandiosa". ¿Estuvo Caro en Getafe o mandó a un hermano gemelo y él se quedó viendo la repetición del Blackburn Rovers-Liverpool de la Premier? El equipo que entrena Rafa Benítez está en una situación similar a la del Real Madrid. A doce puntos del inalcanzable Chelsea, el vigente campeón de Europa lucha con el Manchester United por asegurarse la segunda plaza. La actitud de los jugadores del Liverpool en el campo del Blackburn (club cuyo lema esarte et labore) sí fue grandiosa. El mejor del Madrid en Getafe fue Julio Baptista, y ya sabemos todos lo que significa eso. En este Real Madrid sobra arte para escaquearse y falta mucholabore, demasiadolaboreen mi modesta opinión. Pero si luego sale el entrenador y dice que la actitud ha sido "grandiosa", apaga y vámonos. Puestos a empapelar, habría que empapelarle a él antes que a nadie por decir esas cosas.