Pensábamos que sólo los árbitros de fútbol estaban en el "punto de mira", pero tampoco se escapan los de la Liga ACB. Me parece bien que Fernando García Zumeta, uno de los tres componentes de la comisión de arbitraje de la Liga de baloncesto, diga que se marcha por "los intentos de transgredir y violar de forma sistemática y habitual el artículo 25 del Reglamento de Competiciones por parte de personas incompetentes y jaleadas por respetuosos palafreneros, con el ánimo de imponer, modificar o vetar determinadas designaciones arbitrales", pero lo que no me parece tan bien es que, a renglón seguido, no haga inmediatamente públicos los nombres, apellidos y razón social de los incompetentes y también de quienes les jalean.
Estoy convencido de que Santiago Fernández y el citado Fernando García tienen razones de peso para haber pegado un portazo semejante en medio de los "play-offs" finales por el título. Seguro que han recibido presiones inaceptables, y que dichas presiones les han puesto en una encrucijada imposible de resolver. Pero, tras lo que anunció el lunes Zumeta por escrito, nadie que no esté en el limbo puede creerse que el director de arbitraje haya tomado las de Villadiego por "motivos personales". Dichos "motivos personales" tienen nombres y apellidos... ¿quiénes son?... Aquí dimiten dos de los tres miembros de la comisión de arbitraje y no pasa nada.