1.- Tenía razón el "bon vivant" galés John Toshack cuando, con esa retranca que le caracteriza, decía que la Copa Intercontinental era Copa Toyota dependiendo del resultado. Supongo que para el madridista de a pie, ese que tiene que pelearse por sus colores en la barra del bar, la de 2000 que se perdió contra Boca Juniors sería Toyota, "un invento de los japoneses", mientras que la de 2002 será la Copa Intercontinental, el título que reconoce al mejor club del mundo; y al revés, para los antimadridistas la verdadera Copa Intercontinental sería la de hace dos años, mientras que vencer al Olimpia paraguayo (¿para qué?) no tiene ningún mérito y lo haría cualquiera, incluso ese Barcelona al que su propio entrenador achaca una alarmante falta de calidad técnica (¿pero el equipo no lo hizo él?). El caso es que en América le otorgan un valor incalculable a la Intercontinental, y realmente lo tiene porque para ser campeón en Japón, antes tienes que haberlo sido de la Champions League o de la Copa Libertadores.
2.- Alguien dijo en la redacción de la cadena Cope que Japón le traía suerte a Ronaldo, y que quizás Florentino Pérez debiera ir pensando en trasladar el estadio Santiago Bernabéu a Tokio para cultivar así la flor nipona que parece tener el delantero brasileño. Pero "Rony", que marcó el primer gol, marró al menos otras dos ocasiones pintiparadas, sólo ante la portería de Tavarelli. Al "11" le dieron el trofeo al mejor jugador porque el marketing es sagrado en la tierra de Panasonic, pero a mí me pareció que Casillas, Roberto Carlos o Figo realizaron un partido más redondo que el de Ronaldo. A un equipo que, como le sucede al Madrid, le llegan en oleadas, le hace falta un portero con suerte, e Iker la tiene. Roberto Carlos es un portento, y el portugués supo aprovecharse de que le tocó una "madre" por su banda para realizar una de esas exhibiciones a las que nos tenía acostumbrados hace tiempo.
3.- Sigo sosteniendo que cuando este Real Madrid juega bien, lo borda. El Olimpia es un equipo justito pero ordenado en el que sólo destacó Orteman porque Benítez ya no es tampoco el que era. Existía antes del partido la sensación –falsa, desde mi punto de vista– de que el Madrid tenía que pasarle por encima al Olimpia. Craso error. El Real aprendió de sus propios errores de 2000 y, sabedor de que no le iban a recibir bajo palio, se aplicó desde el primer momento. El Madrid jugó a lo que sabe, al toque-toque, y el Olimpia hizo lo que pudo, replegándose y saliendo al contragolpe. ¿Toyota o Intercontinental?... Para Joan Gaspart será la primera, y para Florentino Pérez la segunda. En cualquier caso... ¿no se trata de vender más camisetas que nadie?
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