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Juan Manuel Rodríguez

Javichu ya sale en L'Equipe

Decíamos ayer... He de reconocer que Javi Clemente es una auténtica veta, un filón periodístico que genera un torrente de información. Y como ya no hay distancias, somos europeos y al final el planeta tierra es una aldea global, el hecho de que Javi se haya marchado a conquistar Francia para España es una cuestión de dietas y kilometraje: en un par de horitas te plantas físicamente en París, y en un minuto puedes navegar en internet por la Liga gala como si nada... ¡Javichu, te tenemos controlado! (Si el vasco hubiera querido pasar realmente inadvertido tendría que haberse marchado a Japón, como en su día hicieron Azcargorta o Benito Floro, el sucesor de Sacchi).

Como ya aventuramos en su momento, al Olympique no le marcha deportivamente mejor con nuestro ex-seleccionador sentado en el banquillo; el equipo continúa en el pozo de la clasificación –decimoquinto de un campeonato que componen dieciocho clubes–, y acaba de empatar a uno en su propio terreno de juego con el Toulouse, otro desesperado que ha iniciado su particular caída libre y anda ahora mismo en la penúltima plaza.

Pero si J.C. no ha conseguido mejorar el aspecto deportivo del club que le paga religiosamente todos los meses, sin embargo sí ha logrado empeorar notablemente el asunto social. Eso sí, después de las páginas que en su día dedicaron a regañadientes al héroe Miguel Induráin, el prestigioso L'Equipe ha sacado a otro compatriota nuestro en su portada: los compañeros franceses afirman que el vestuario es una bomba de relojería, que los futbolistas no comprenden a Clemente y que se burlan de él en los entrenamientos aprovechando su desconocimiento del francés; aseguran que los jugadores más importantes no aguantan más y que la situación tiene mala pinta.

Jerome Leroy no quiere jugar porque está enfrentado con la directiva; al sueco Klas Ingesson le han cedido al Lecce porque echaba de menos a su familia y Bakayoko quiere volverse a Costa de Marfil. Material inflamable más que suficiente como para que el pirómano deportivo de Barakaldo la arme del todo, encienda la mecha y el Olympique salte por los aires. Se equivocaron de entrenador: necesitaban una "paloma", pero este es un "halcón". Podrían haber preguntado a Gil, Sarabia, Lopera, Uranga...

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