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Bajo la atenta mirada de FIFA y UEFA, y tan sólo un día después de que Carlos García Pardo se disfrazara de sirenita para halagarles los oídos, se reúne en Madrid el "Je-Je 14", denominación de origen por la cual conocemos los periodistas deportivos a algunos (la soberbia es siempre una mala consejera) de los catorce clubes de fútbol más importantes de Europa. Del "G", así, a secas, han pasado a convertirse en el "Je-Je 14" porque este presunto poder fáctico deportivo no ha dado ni un sólo paso al frente desde el primer día de su creación. Y este martes, en su enésima reunión madrileña, han vuelto a insistir en los mismos problemas: calendario único, tope salarial, cesión condicional de sus trabajadores a las diferentes selecciones nacionales. Lo mismo de siempre. O sea, "Je-Je".

De todos es sabido que la UEFA compró a los clubes europeos de fútbol cuando otra empresa –Media Partners se llamaba– tuvo, mucho antes que él, la misma idea que ahora defiende el empresario García Pardo. En aquella ocasión no fueron conscientes de su poder y desde entonces arrastran ese "complejo de Peter Pan" que les impide emanciparse de la Central. Es ridículo que los clubes sigan debatiendo sobre el calendario unificado o la cesión indiscriminada –ahora sí, ahora no– de sus futbolistas. La cuestión sigue siendo la misma: si el club pone estadio, jugadores y aficionados... ¿qué hace la UEFA?

Ahora la federación brasileña ha preparado una bonita gira por China y parece que la conclusión del "Je-Je" ha sido ponerse serios de una vez. Ya estoy viendo a Roberto Carlos con el kimono, en el otro extremo del mundo, mientras el Real Madrid se juega aquí la Liga y la Champions. Me extraña mucho que Florentino Pérez, presidente de turno del "Je-Je", no haya agarrado ya el toro por los cuernos. Es inevitable pensar que el poder en el futuro del fútbol moderno, el de las sociedades anónimas deportivas y el negocio y los millones a mansalva, vaya a cambiar de manos, pasando de las macroorganizaciones a los clubes. ¿Cuándo? Ese es el auténtico problema.

Ya verán cómo los futbolistas irán a China, Australia, Yemen o Madagascar si se le pone en las mismísimas al seleccionador brasileiro de turno. Estaría por asegurar que la "pardada", que no "pardillada", del lunes estuvo provocada y alentada por el maquiavélico F.P. Un método de presión como cualquier otro. Aunque de momento la cuna la sigan meciendo los mismos.

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