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La semana va a ser caliente para Luis Figo; las emisoras de radio barcelonesas llevan una semana pidiendo a los aficionados culés que propongan ideas para recibir este sábado al portugués. Las hay tecnológicas (proyectar en los videomarcadores sus imágenes gritando aquello de "¡blancos, llorones, saludad a los campeones!"); abundan las ideas económicas (lanzarle billetes falsos de diez mil, o cubrir el Nou Camp con un manto de pesetas); y, sin ir más lejos, hay quien piensa que deberían recibirle con una pancarta gigante en la que se leyera un irónico "bienvenido a casa". No me cabe ninguna duda de que el "diez" madridista pasará un mal trago, probablemente el peor de su carrera deportiva, pero durará noventa minutos.

Gaspart dijo el domingo que Figo no puede hacer lo que hizo... ¿y qué hizo?... ¿Aceptar una oferta económica mejor?... Eso es lo que hacen-hacemos el 99,9% de los trabajadores. Figo erró al afirmar tajantemente en el diario "Sport" que seguiría en el Barça; y lo peor fue que la confesión se la hizo a un amigo personal. Ahí se equivocó el portugués. Por lo demás, harto de largas, Luis hizo lo que consideró mejor tanto para él como para su familia. El presidente del Barcelona no puede sorprenderse de que los futbolistas corran al olor del dinero; él, como vicepresidente, negoció la mayor parte de contratos y sabe cómo marcha el negocio. Ya no hay colores. Se acabó el romanticismo.

Pero cuando haya concluido el partido del próximo sábado, Gaspart deberá preguntarse lo siguiente: ¿Por qué el Barcelona no consigue nunca atar a sus estrellas? Dentro de cinco días será Figo quien visite el Nou Camp con la camiseta del Madrid, pero antes fueron Laudrup o Schuster (y Maradona no lo hizo de auténtico milagro), mientras que Ronaldo se escapó al Inter de Milán.

Luis Figo no ha sido el único, aunque he de reconocer que habrá supuesto para el barcelonismo su "shock" más doloroso. En este caso ni siquiera los diez mil millones más I.V.A. habrán sido un buen relajante. La lírica, pensará Figo, que la ponga Joan Gaspart.

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