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Juan Manuel Rodríguez

Los mejores asaltos de la historia: Cassius Clay-Sonny Liston (I)

Y el segundo y fundamental es por lo que aquel nock out representó para la historia del boxeo, marcando inevitablemente el "antes" y el "después" de la aparición de Marcellus Cassius Clay

Traigo a colación aquí la revancha del 25 de mayo de 1965 entre Cassius Clay y Sonny Liston por dos motivos esenciales. El primero de ellos es porque ninguna pelea tiene más derecho que aquella a ser incluida en esta serie de artículos puesto que el combate entre Clay y Liston duró sólo un asalto. Y el segundo y fundamental es por lo que aquel nock out representó para la historia del boxeo, marcando inevitablemente el "antes" y el "después" de la aparición de Marcellus Cassius Clay. Mort Sharnik, de "Sports Illustrated", le preguntó algunos días antes a Alí cómo veía él la pelea, y éste dijo que iba a ser "corta. Así es el boxeo. No hay plan. Puede que al principio yo no lance un sólo golpe. Voy a retroceder, que Liston me persiga, y de pronto ¡bang! Le meto la mano derecha y se acabó"... Aquella fue sin duda la improvisación más planificada jamás contada.
 
Antes que nada convendría recordar que la pelea (el asalto en realidad) de Lewiston, Maine, suponía la revancha de aquel otro mítico combate del 14 de febrero de 1964 en el que Clay, contra la opinión unánime de todos los especialistas del mundo, había desposeído a Liston del Mundial de los pesos pesados. Clay lo tenía también muy claro entonces y, antes de saltar al ring, escribió lo siguiente en su egocéntrico, desmadrado, alocado e irreverente "Canto a mí mismo":
 
"Ved al joven Cassius Clay,
peleando contra el Oso.
Liston recula y recula
y va a acabar en el foso,
porque en el ring ya no hay sitio
–y eso que es muy espacioso–.
Clay le pega con un puño,
luego le da con el otro.
El único que pelea
es Cassius Clay el Hermoso".
 
Como podrán imaginarse Sonny Liston le tenía bastantes ganas a aquel niñato que le había quitado su cinturón de campeón. Liston recibió en el vestuario la visita de José Torres, campeón de los semipesados, que estaba en Lewiston para ayudar en la transmisión del combate en español. Torres le aconsejó a Liston que hiciera lo mismo que había hecho él con Willie Pastrano: "cortarle el ring, tienes que cortarle el ring a Ali". Y en esas estábamos cuando empezó la revancha que luego pasaría a la historia por el famosísimo "golpe de ancla". En su rincón, Ali parecía mucho más tranquilo que hacía un año en Miami. Liston, por contra, no paraba de hacer estiramientos de torso. Sonó la campana inicial. Empezó la pelea...

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