Como los responsables de "Madrid 2012" no reaccionan ante el hostigamiento e insulto permanente por parte de Esquerra Republicana de Cataluña y de su líder, Carod Rovira, quien incluso ha pedido públicamente que se boicotee la candidatura olímpica española, los ciudadanos de a pie empiezan a movilizarse por su cuenta y riesgo. Recibo a través del teléfono móvil y el correo electrónico sendos mensajes que van exactamente en la misma dirección: en estas navidades, boicot al cava catalán. Este asunto, como el del incidente entre Luis Aragonés y Reyes, se nos empieza a ir de las manos, y convendría atajarlo cuanto antes: el delicioso cava catalán y Esquerra tienen tanto que ver entre sí como Isidro Oliveras y los Juegos Olímpicos de 2012.
La reacción popular, sin embargo, sí responde a un sentimiento de indefensión de la ciudadanía por parte de nuestros políticos. Creo que entre todos se han encargado de estrangular a "Madrid 2012", y que el próximo 6 de julio daremos sepultura a nuestra candidata en beneficio de la ciudad de París, pero los Gallardón, Cobo, Mayoral y compañía podrían haber hecho algo más que rezar por el eterno descanso del sueño olímpico madrileño. No sólo no fue así sino que, tras la sonora bofetada, ofrecieron nuestra otra mejilla para que nos pusieran roja de tortazos la cara por ambos lados. Parece bastante lógico que la gente acabe reaccionando contra la injusticia, puesto que sus responsables políticos se niegan a hacerlo.