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Juan Manuel Rodríguez

“MJ Productions" presenta...

15 de junio de 1998. Delta Center de Utah. Sexto partido de la final. Michael Jordan le roba el balón a Malone, finta a Rusell y se la juega él solito a falta de cinco segundos para el final. Canasta y sexto título para Chicago. El mejor jugador de la historia del baloncesto profesional ponía punto y final a una carrera inigualable. ¿Punto y final? Rick Reilly, prestigioso columnista de la revista Sports Illustrated, afirmaba el otro día que tras dos años y medio retirado de las canchas, "MJ" meditaba volver para jugar al baloncesto. No resulta exagerado decir que Estados Unidos se ha paralizado, y que la NBA ha recuperado su protagonismo perdido con el simple rumor del regreso de "Air Jordan". Desafortunadamente, el "número 23" no volverá. Sucede que la última vez que decidió realizar un entrenamiento informal, tuvo que hablar con The Washington Post para reconocer que quería adelgazar, que tenía unos kilos de más y pretendía perderlos metiendo unas canastas. Él sabe que mientras viva se especulará con su vuelta, y que en sus hijos y en sus nietos se escudriñarán los genes del vuelo sin motor. Supongo que es consciente de todo ello, y también de que sus innumerables fans se agarrarán como a un clavo ardiendo a una frase pronunciada por él –"Nunca digo nunca jamás"– pero copiada de Ian Fleming.

Como cada paso de Michael Jordan es escrutado por millones de americanos, el rumor ha forzado a salir públicamente a la palestra al agente David Falk. Y al mismísimo "MJ". El principal obstáculo empresarial que le impide volver es que tendría que desprenderse de su 10 por ciento en los Wizards. El único obstáculo humano (insalvable, eso sí) se llama Juanita, su mujer.

Hace tiempo que Jordan dejó de ser un ser humano para transformarse en una marca. Jordan Brand, su marca de ropa deportiva, es la segunda más comprada en EEUU. Al conocerse su adiós definitivo, Nike perdió un 10 por ciento en Wall Street. Se calcula que ha ganado 7.400 millones de pesetas sin tener que jugar al baloncesto y, desde que se fue, la NBC –cadena de televisión que tiene los derechos de las finales de la Liga– no ha podido levantar cabeza. El perfecto "sueño-negocio americano" sería que Michael Jordan volviera, aunque es prácticamente una entelequia. Pero muy bonita ¿verdad?

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