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De la Rúa cesa a Domingo Cavallo, y luego él mismo tiene que salir huyendo en helicóptero de la Casa Rosada. Acaban de congregarse siete mil personas en la Plaza de Mayo. Protestaban por la política de ajuste emprendida por Rodríguez Saá, el mismo hombre que ha exigido la destitución del presidente del Banco Nación ¡tres días después de nombrarle para el cargo! Parecía que todo ello no era suficiente y ahora resulta que Carlos Menem amenaza con presentarse como candidato en 2003. En Argentina se están batiendo récords mundiales de despropósito, y la ciudadanía (y eso es lo realmente peligroso) reniega, y con razón, de la clase política que ha llevado al país a la bancarrota. ¿Que qué tiene esto que ver con el fútbol? Todo.

La última vez que entrevisté a Carlos Salvador Bilardo (año 2000), su hipotética candidatura a la presidencia de su país me sonaba a chino mandarino. El me hablaba apasionadamente de su programa, y yo no podía evitar procesar sus ideas como las de un "simple" entrenador. Probablemente actué como aquellos a los que critico en ocasiones, minusvalorando a una persona por el simple hecho de que dedicó (así, en pasado) una parte de su vida al fútbol.

Observando ahora la orfandad en la que se encuentran los argentinos, he pensado: ¿Y por qué no? ¿Por qué no va a tener él derecho a intentarlo? En realidad el ex seleccionador sólo podría mejorar lo que han hecho sus antecesores en el cargo. Si un actor del montón fue presidente de los Estados Unidos ¿por qué no va a poder serlo de Argentina un buen entrenador de fútbol? A Bilardo no le gusta hablar del pasado. En una entrevista concedida a "El Gráfico" dijo que había tirado todos sus recuerdos "a la mierda". Siento ser tan escatológico, pero tengo la impresión de que es ahí precisamente donde hoy querrían mandar los argentinos sus recuerdos más recientes. Otro dato a su favor: el "narigón" va todos los lunes a rezar a la Virgen de Luján, y realmente parece que lo que necesita ahora mismo Argentina es un milagro en toda regla. Como el fútbol es una religión allí ¿quién tendrá más enchufe que Bilardo? Además, si pudo meter en cintura a Maradona, no entiendo por qué no va a poder hacer lo mismo con el déficit público. Parafraseando a Oscar Wilde, parece que Argentina está "muriendo por encima de sus posibilidades", y Bilardo es un exprimidor de recursos humanos (ganó un Mundial con Maradona y diez más).

Su frase más famosa en España fue aquel "pisálo, pisálo". En aquel momento me pareció desafortunada, pero quién sabe... ¿Por qué no? Bilardo tiene tanto derecho como el que más. Siempre le acusamos de "resultadista" (yo, desde luego. me sigo quedando con Menotti) pero eso es lo que necesitan allí ahora: resultados. ¡Mira que si soluciona la crisis! "Narigón" for president.


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