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Antiguamente decían que era más importante ser presidente del Real Madrid que convertirse en ministro del Gobierno de la nación. Falso. Ser presidente del Real Madrid es mucho más importante (y relevante) que llegar a ser elegido presidente del Gobierno. Ocupar ese coqueto despachito del estadio Santiago Bernabéu le otorga a uno mayor relevancia social que haber obtenido el premio Nobel de literatura (¿acaso alguien recuerda quien fue Kenzaburo Oé?), haber fundado Microsoft o pisar la Luna antes que ningún otro hombre. Y para ganarlas no es condición imprescindible poseer un especial ingenio creativo ni tampoco una audacia por encima de la media. Sólo hay que convencer a diez mil socios, sólo eso, y uno será recordado por los tiempos de los tiempos. Como cuenta Eduardo Galeano en su "Fútbol a Sol y Sombra", la "marca Real Madrid" ejerce una hipnósis colectiva y puede servir como salvoconducto en una peligrosa situación de vida o muerte.

¿Cuánto puede valer eso en una sociedad tan mercantilizada como la nuestra? ¿O es que alguien se cree de verdad que Ramón Mendoza o Lorenzo Sanz (millonarios en euros ambos cuando accedieron al puesto) se exponían a las iras de los socios así porque sí y por el bien del Real Madrid? En junio de 2004 se llevarán de nuevo a cabo las elecciones democráticas en un club presidencialista y que ya funciona de facto como una sociedad anónima deportiva. De hecho ha sido a la salida de la junta general de accionistas de ACS cuando Florentino Pérez ha dejado entrever que sí será candidato. "Así es como me siento hoy" ha dicho. Y esa –la de su presentación de nuevo como candidato– es una pésima noticia para los competidores del Real Madrid.

Hay un hecho innegable incluso para sus peores enemigos, y es que Florentino Pérez le ha dado la vuelta al club. El actual presidente ha aplicado un criterio empresarial y ha saneado económicamente a la entidad que en realidad fue para lo que le eligieron. Los socios madridistas ya tenían éxitos (y también al máximo nivel europeo) con Lorenzo Sanz y sin embargo prescindieron de él. Florentino captó el mensaje y se aplicó el cuento.

Si Florentino Pérez se siente el próximo mes de junio de 2004 como dice sentirse en el presente octubre de 2003 será candidato a la presidencia. Y ganará de calle si es que Sanz decide oponerle alguna resistencia. Florentino protagonizará entonces la "segunda transición" madridista. ¿Seguirá Valdano? ¿Se votará la conversión en sociedad anónima deportiva? ¿Formará Florentino a Butragueño como su posible sucesor? ¿Quién llegará después de Beckham? Hasta junio de 2008 Florentino Pérez podrá darle otra vuelta de tuerca al Real Madrid. Una mala noticia para Laporta. Y un mal enemigo para el Barcelona.


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