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Juan Manuel Rodríguez

¿Poltergeist en Mestalla?

La situación de Héctor Cúper en el Valencia es desconcertante. Cuando sale de Mestalla, lo hace protegido por la policía o el servicio de seguridad del club; ha optado por no moverse del banquillo, ya que cada vez que pretende dar una orden a sus jugadores le llueven los palos. Ha tenido que soportar insultos e incluso, en una ocasión, que le zarandearan el coche. Y su mujer tuvo que soportar que algún energúmeno la tomara con ella. Para cualquier persona en su sano juicio, dicha situación sería insoportable; aunque para un hombre cuya labor es alabada en toda Europa y que –de hecho– tiene encima de la mesa varias ofertas de trabajo para la próxima temporada, resulta insostenible por más tiempo. Por eso, Héctor Cúper ha decidido marcharse del Valencia dentro de cuatro meses.

Personalmente, no recuerdo una historia tan truculenta como ésta. Sin marcharnos al año pasado (en el que el club fue finalista de la Champions League por primera vez en su historia), resulta que el argentino está sacando sobresaliente en el curso futbolístico 2000-2001. En la Liga se encuentra entre los cuatro primeros, y en Europa ha alcanzado los cuartos de final. Y mientras Del Bosque e Irureta salen del Santiago Bernabéu y Riazor por la puerta grande, a Cúper le tienen que sacar con guardaespaldas. Para Pedro Cortés debe de ser frustrante.

¿Poltergeist en Mestalla? Recuerdo a aquella inocente niña rubita diciendo aquello de "ya están aquiiii", sorprendida ante la pantalla vacía del televisor. En el caso del Valencia, ¿quién está aquí?, ¿quién tiene interés en que Cúper no siga?, ¿y por qué? Algún mentecato ha podido interpretar que el entrenador ha retrasado su renovación porque quería más dinero, pero no es el caso. Los directivos han explicado una y mil veces que no se ha hablado del tema económico. ¿Entonces qué? Sólo cabe deducir que se trata de una corriente organizada, de una "mano negra" que pretende inquietar al Valencia cuando su balance deportivo es inmejorable.

No le han dejado demasiadas salidas. He charlado con Cúper en tres o cuatro ocasiones diferentes; saqué entonces la impresión de que era un hombre a quien no le importaba el cariño, pero que vivía del respeto. El propio y el ajeno. Ahora tiene la sensación de que un sector de aficionados valencianistas le ha faltado al respeto, y eso le ha perdido. Es una pena. El Valencia deberá buscar ahora otro entrenador. Venables. Serra Ferrer. Bianchi. Zaccheroni. Los clásicos. Los mismos de siempre. Cúper seguirá triunfando en Italia, o quién sabe si en el Barcelona. Quien le sustituya tendrá que estar pendiente de ganar los partidos. Y de los poltergeist, claro. "Ya están aquiiii".

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