Leo a Luis Racionero, en el diario "Mundo Deportivo" del sábado, decir lo que sigue: "Como a mí lo que me interesa es que el Barcelona vaya bien y juegue lo mejor posible –porque ganar la Liga es imposible, ya que los árbitros se la regalarán al Madrid como de costumbre–, quiero hacer hincapié en sus puntos débiles"... Me desazona que el Director de la Biblioteca Nacional haya plagiado con tanto descaro ("intertextualizar", dicen ahora los modernos) un lugar común tan idiota como ese. Y lo siento de veras porque tengo la impresión de que le ha alquilado su pluma al mejor postor. Una cosa es profesar públicamente el barcelonismo (que eso esta muy requetebien), y otra distinta nadar a favor de la corriente y copiar lo que, antes que él, dijeron otros muchos, en ese mismo diario y en algunos más, a los que les suponía una capacidad intelectual mucho menor.
El "plagio-denuncia" de Racionero me suena a una burla chusca de sí mismo, un sainete inacabado. Es, por ejemplo, como si utilizara el boletín oficial del premio Nobel para escribir algo así: "Como a mí lo que me interesa es que mis libros vayan bien y escribir lo mejor posible –porque ganar el Nobel es imposible, ya que el jurado se lo regalará a García Márquez como de costumbre–, quiero hacer hincapié en sus puntos débiles". Y hablando de "débiles", no existe una argumentación más falsaria y endeble que la que emplea Racionero, idiotizado (me gustaría pensar que teatreramente idiotizado) por la general marea que nos asola estos días. Leí hace muchos años "Del paro al ocio" (ensayo que, por cierto, he tratado en vano de localizar por casa), y la prosa de este artículo no es la misma, es peor, más chabacana, menos aguda, más simple. ¿Andará detrás un "negro"?
Es un rumor insistente y extendido en el mundo de las letras que Alejandro Dumas, el padre de "Los tres mosqueteros", no escribía de su puño y letra todo lo que posteriormente firmaba. Es decir: tenía un "negro". Una vez se encontró don Alejandro con un amigo por la calle, y le dijo: "¿Has leído ya mi última novela?"... Y éste le contestó socarronamente: "¿Y tú, la has leído?"... Ahora el "negro deportivo" tiene tanto trabajo como Dumas, es un verdadero pluriempleado que no sabe lo que es un sábado, un domingo, un "puente" o una "fiesta de guardar". No para este "negro". ¿Qué será lo que tiene?, me pregunto yo.
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