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Juan Manuel Rodríguez

Recatémonos con Floro

Parece que quien da palos de ciego en ese club es Emilio Butragueño.

Nada más conocerse el nombramiento de Benito Floro como nuevo director de fútbol del Real Madrid en sustitución del italiano Arrigo Sacchi, de debajo de las macetas periodísticas han empezado a brotar los floristas o los floreristas o como sea que se denomina este ismo que lidera el asturiano-manchego y que ahora retorna para salvar al club merengue de las garras de la mediocridad más absoluta. Dicen los floristas (quedémonos definitivamente con una de las acepciones) que había gente que se reía de Benito hace quince años porque ensayaba los saques de banda. Me quedo de piedra, me quedo helado, me descompongo puesto que, sinceramente, no conozco a nadie que se riera de Floro, absolutamente a nadie.

Hubo, eso sí que lo recuerdo como si se hubiera producido ayer mismo, quienes advertimos en su día del indudable riesgo que corría el Real Madrid contratando a un entrenador sin la experiencia imprescindible para dirigir un club tan complejo como ése. Y –a las pruebas me remito– el tiempo confirmó, punto por punto, aquellos temores. No prejuzgaré al Floro directivo puesto que acaba de sentarse en la silla, pero el Floro entrenador tenía aires de Franz Beckenbauer y luego obtuvo resultados de eso, de Benito Floro. El día de su presentación Floro dijo que el Real Madrid se había caracterizado siempre por su "ataque elaborado"... ¡Oh, la, la! ¡Ahora sí que me epató!

Parece que quien da palos de ciego en ese club es Emilio Butragueño. Y en su caso no se puede alegar ignorancia, como con Vanderlei Luxemburgo o Carlos Queiroz, puesto que sigue siendo uno de los iconos del madridismo. Será interesante comprobar cómo evolucionan los acontecimientos, pero, para ir abriendo boca, Floro ha llegado con su propia filosofía bajo el brazo, para qué menos. "Un cincuenta por ciento de futbolistas de la cantera, un treinta por ciento de españoles de buen nivel y el resto gente de fuera de gran nivel". Es lo que podríamos llamar la coctelera Floro. ¿Le habrán informado de que sólo tiene contrato hasta junio de 2008? ¿Y que el Real Madrid ya lleva dos años sin ganar nada? En cualquier caso, si Benito no agita bien la coctelera, siempre podrá echarle la culpa a Florentino Pérez. ¿A que al final la historia va a ser al revés y es el presidente quien actúa como pararrayos de los demás? Lo que nadie desea, desde luego, es que Benito Floro se marche del Real Madrid como Sacchi, habiendo perdido prestigio y dinero. Recatémonos, pues, por ahora, con don Benito.

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