Cuentan que, nada más llegar a España, al inglés Laurie Cunningham (en ese momento el fichaje más caro de la historia del fútbol español, y eso que costó trescientos millones de pesetas) no se le ocurrió otra que hacerle un túnel a José Antonio Camacho. Vicente del Bosque se fue hacia él, le abrazó y le dijo por lo "bajinis" lo siguiente: "Ni se te ocurra volver a intentarlo, chaval". Vicente hablaba con conocimiento de causa después de compartir tantos años de vestuario con el defensa murciano. Cunningham –un jugador fibroso y atlético, un superdotado técnicamente que luego no tuvo demasiada suerte en la Liga española y que acabó matándose en un accidente de tráfico cuando era jugador del Rayo Vallecano– no lo volvió a intentar nunca más. Hacerle un "caño" a Camacho era un auténtico pecado.
Eso es lo que ha contratado el reelegido presidente madridista Florentino Pérez, y en un momento además en que la grada se volvía de nuevo peligrosamente contra sus propios futbolistas debido a su vida licenciosa. Camacho predica con el ejemplo y corre, hombro con hombro, con el mejor delantero centro del mundo. La imagen de Ronaldo, delatado por el "chivato" utilizado para hacerle esprintar durante sus ejercicios físicos y posteriormente abroncado por su entrenador, es justamente la que no hemos visto con Carlos Queiroz a lo largo de toda esta temporada pasada. "¡A correr!", le dijo Camacho a Ronaldo cuando éste, con la garganta seca y roto por el esfuerzo, le rogó, le imploró, le pidió por favor que le dejara jugar un ratito con el balón... "¡Tú, ahora, a correr, y después ya veremos!"...
Eso es lo que ha contratado el reelegido presidente madridista Florentino Pérez, y en un momento además en que la grada se volvía de nuevo peligrosamente contra sus propios futbolistas debido a su vida licenciosa. Camacho predica con el ejemplo y corre, hombro con hombro, con el mejor delantero centro del mundo. La imagen de Ronaldo, delatado por el "chivato" utilizado para hacerle esprintar durante sus ejercicios físicos y posteriormente abroncado por su entrenador, es justamente la que no hemos visto con Carlos Queiroz a lo largo de toda esta temporada pasada. "¡A correr!", le dijo Camacho a Ronaldo cuando éste, con la garganta seca y roto por el esfuerzo, le rogó, le imploró, le pidió por favor que le dejara jugar un ratito con el balón... "¡Tú, ahora, a correr, y después ya veremos!"...
Debe de ser que alguien informó también a otro jugador inglés –David Beckham– de aquella vieja anécdota que protagonizaron en los años ochenta un compatriota suyo y el actual entrenador de la primera plantilla del Real Madrid. Quizás fuera el propio Del Bosque, atónito testigo de aquella sorprendente jugada, quien llamara a la casa de Elton John, donde está de vacaciones Beckham, para informarle por dónde irían los tiros este año. Camacho es consciente mejor que nadie de que se juega el domingo como se entrena de lunes a sábado, y que para competir al máximo nivel uno tiene que estar como una roca.