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Está históricamente demostrado que Stalin, tras depurar, primero, y mandar asesinar, después, a Leon Trotski, le eliminó de cualquier fotografía en la que ambos pudieran coincidir juntos. Lo que pretendía, tras su desaparición física, era borrar también del recuerdo del pueblo ruso la imagen de Lev Davidovich Bronstein. Es probable que surgiera entonces aquella frase de "quien se mueva no sale en la foto", atribuida aquí más tarde al ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, reconocido y experto dominador del arte de la "fotografía política". ¿Y la deportiva? Aprovechando el acto de la fotografía oficial que todos los años se le hace a la primera plantilla del Real Madrid, reviso una joya que cayó casualmente en mis manos allá por 1992 y cuya autoría corresponde a Julio César Iglesias: "El deporte en España (1939-1992)". Una verdadera maravilla.

El libro, habitado a lo largo de sus 179 cuidadas páginas por maestros de la instantánea, comienza sin embargo por la fotografía que captó alguien desconocido, un ciudadano anónimo; es de 1940 y en ella podemos ver a las componentes de la sección femenina ejercitándose en un gimnasio. El profesor las dirige, batuta en mano, bajo la atenta e imperturbable mirada del General Franco, también fotografiado. "Mens sana in corpore sano. Salud. Fuerza. Belleza".

Hay algunas fotografías futbolísticas que también pasarán a la historia; por ejemplo, la de Horacio Seguí atrapando un gol que Johan Cruyff le marcó en postura acrobática a Miguel Reina en un Barcelona-Atlético de Madrid del 74. O la que supo captar Javier Galvez del "loco del Bernabeu" agrediendo al árbitro austríaco Linemayer tras el partido que el Real Madrid jugó contra el Bayern de Munich en 1976. Mucho más recientes, las protagonizadas por Hugo Sánchez (un filón) pisando a Abel en 1990 o dando una de sus volteretas en 1988 ante la atenta mirada del árbitro Socorro González, obra de Luis Gabriel y Agustín Vega respectivamente.
Por allí desfila Joaquín Blume, enyesado, realizando un "Cristo" en 1957 (fotografía de Campaña padre) y otra de Jordi Soteras que recoge el instante justo en que un luchador es despedido del ring en pleno combate en el Price barcelonés. Paco Elvira, Rafael Pintor, Raul Cancio, el profesor Antonio Alcoba... Aunque yo me quedo con una fotografía de Pedro Madueño: la serpiente multicolor desfilando, frenética, ante la mirada serena de otro veterano ciclista, probablemente un agricultor, que agarra con fuerza su bicicleta porque la necesita para ir al campo a trabajar. Es, además, la portada de este libro que les recomiendo encarecidamente. Mañana hablaré de la fotografía oficial del Real Madrid.

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