Menudo ropero. Volvemos a tener diez trajes y una sola corbata (amarilla para más inri). Con la irrupción del nuevo siglo también abrimos la puerta a nuevas costumbres. Por ejemplo, ya podemos ir agilizando los trámites para darle cristiana sepultura a esa figura que conocemos desde hace cincuenta años como "pretemporada". La pretemporada ha muerto para dar paso a una gran temporada dividida a su vez en otras dos: la oficial (desde el 25 agosto hasta el 15 de junio) y la extraoficial (desde el 16 de junio hasta el 24 de agosto). ¿Y para qué jugar diez meses si nos lo podemos ventilar todo en tan sólo uno? Campeón de Liga: el Deportivo de La Coruña, imbatido a lo largo de todos sus encuentros de temporada extraoficial; Campeón de Copa: el Barcelona. "Pichichi", Diego Tristán. "Trofeo Zamora", Santiago Cañizares. ¡Hala, para casita que hace frío!... No más partidos por la radio. Se acabaron los periódicos deportivos. Ni un sólo programa de televisión resumiendo la jornada. ¿Para qué?
Ya podemos adelantar en rigurosa primicia informativa que el Real Madrid va a hacer una temporada desastrosa. Empató con el Cruz del Sol o el Cruz Azul (en cualquier caso, un equipo mexicano y con una cruz en su nombre) y eso no se puede consentir. Perdió con el Deportivo en la final del Teresa Herrera y lo que es mucho peor: este martes cayó ante el Inter de Milán en el Trofeo Santiago Bernabéu. ¡2-1 y en el minuto 92!... ¡Vade retro Del Bosque!
Lo peor del caso es que esta situación de extrema gravedad me ha pillado desprevenido. "¿Qué le pasa al Real Madrid?", me acaban de preguntar en medio de un interesantísimo partido de tenis, "¿le hace falta un central? ¿viene Nesta? ¿se integra Zidane? ¿necesita Roberto Carlos un recambio?" ¿Es que le pasa algo al Madrid? El personal se encuentra en un sin vivir porque el Real debería haber ganado ya por 10-0 al Inter de Cúper y por 0-10 el resto de partidos de la temporada extraoficial disputados fuera del estadio Bernabéu. A esa falsa sensación contribuimos activamente los periodistas. Pongo TVE: "Alarmante". Antena 3: "Depresivo". Tele Cinco: "Inquietante". Así es imposible que ni Zinedine Zidane ni un servidor podamos pegar ojo.
Pero siempre nos quedará Del Bosque. El tiene un ropero "menottista": 5 trajes y 5 corbatas, todas a juego con la camisa. Ninguna amarilla porque combinan muy mal (en los grandes almacenes dirían que es "poco ponible"). "¿Pero qué le pasa al Madrid?", vuelven a preguntarme cuando estoy a punto de realizar un saque al más puro estilo Mc Enroe. "¿No has visto a Del Bosque?... Al Madrid no le pasa nada; calla y juega".
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