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Si los "clementistas" no me convencieron, tras seis años de durísima guerra psicológica, de que Javi era el inventor del fútbol, los "camachistas" —que también los hay, aunque mucho más velados, menos coloristas quizás— tampoco van convencerme de que lo que diga José Antonio vaya a ser palabra de Dios. Ni muchísimo menos. Miro el curioso asunto este de los seleccionadores desde la perspectiva, que es bastante, de aquel que sólo ha recurrido a Clemente y Camacho por motivos profesionales. No me he tomado un café en la vida con Clemente, ni tampoco una cerveza con Camacho. Y no porque no sea "cafetero", que lo soy, ni porque aborrezca la cerveza, que me encanta, sino porque tomarse un café o una cerveza con un entrenador o un futbolista (y lo digo por propia experiencia) te inhabilita después para emitir cualquier tipo de opinión sobre ellos. Mi amigo José Damián González me dijo hace ya mucho tiempo lo siguiente: "no te hagas nunca amigo de ellos", y he tratado —con suerte desigual, he de reconocerlo— de llevarlo hasta sus últimas consecuencias, que tampoco sé exactamente cuales son.

El caso es que vengo notando en las últimas semanas un tufillo "camachista" que no me gusta un pelo. Los "clementistas" eran mucho más bordes y opinaban lo mismo que un elefante debe irrumpir en una cacharrería. Los "camachistas" no, los "camachistas" se autocensuran para censurar al otro. Por ejemplo: ante las críticas de Carlos Herrera hacia el carácter evidentemente agrio de Camacho, un "camachista" dirá: "Será que no le conoce". Un "camachista" no comprenderá que Herrera probablemente no tenga ningún interés en conocer a Camacho, sino que lo que pretenderá será que conteste a sus preguntas sin ese tonillo "¿y-tú-de-quién-eres?" que tanto suele tocarle las narices al personal.

Ahora Camacho, protagonista de decisiones muy positivas para la selección, ha incorporado a última hora a Javier Lozano, seleccionador nacional de fútbol sala, a la expedición española. Y esa es, cuando menos, una decisión sobre la que se puede debatir. El otro día hablé por la noche con Javi en El Tirachinas, y me dijo que iba "para echar una mano". ¿No podía echarla cualquier otro empleado de la federación que tuviera trato habitual con el fútbol once? Lozano es un crack, pero la decisión de Camacho le ha puesto a los pies de los caballos. ¿Una mano?... ¿Para qué?... Otra decisión más sin explicar, como la de renunciar a seguir como seleccionador y que ha sentado muy mal a Angel María Villar.

Si los "clementistas" no me deportaron a la Guayana francesa, no creo que los "camachistas" puedan hacerlo. Hay preguntas que no han tenido respuesta por parte del seleccionador. Y si volvemos al "corrillo" y las ruedas de prensa privadas... ¿qué diferencia habrá con Javi Clemente?... El periodista está para preguntar. Y Camacho está para contestar. Sin café por medio.

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