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El "caso Makelele" nos está sirviendo en bandeja algunos capítulos ciertamente memorables como el que –quizás porque su niñez sigue jugando en la playa– acaba de protagonizar Paco Pavón, recientemente convocado por Iñaki Sáez para la selección nacional absoluta. Al chaval hay que reconocerle el mérito de responder a todo sin titubeos, de ahí que se meta en algunos charcos importantes. Pavón acaba de decir que el vestuario apoyará a Makelele por encima de todas las cosas. ¡Glorioso!... ¿Por encima también del propio Real Madrid? Porque es contra el Real Madrid contra el que está actuando Makelele. Lo mejor de todo es que, a renglón seguido, el defensa dice que no sabe si su compañero tiene o no tiene razón... ¿Y si no la tiene cómo piensan apoyarle? Al final, sin ser doctor en medicina, Pavón ofrece el diagnóstico perfecto: "yo vi bien a Claude hasta el miércoles". Lo dicho, un golpe de calor.

A lo largo de una típica discusión veraniega en la que todos los participantes estamos dispuestos a arreglar el mundo, alguien me comenta que no conoce una profesión más corporativista que la mía. Quien eso me dice no es periodista profesional y –está más claro que el agua– no conoce el paño. Pavón destruiría ese dictamen en un segundo puesto que, según él, el vestuario del Real Madrid está dispuesto a apoyar a Makelele por encima de todas las cosas. Pobrecico. Iluso. El vestuario no dijo ni "mu" cuando prescindieron de su idolatrado y querido Vicente del Bosque. Tampoco movió un dedo cuando le comunicaron a Hierro que no seguía en el club. Y además, ¿cual de los tres o cuatro vestuarios existentes estaría dispuesto a apoyar al incauto Makelele?... Si es el que forman Raúl y Figo ya me molestaría en darle alguna importancia, pero no lo creo.

En fin, lo que tiene que hacer Makelele es mandar lo más lejos posible a su representante (Chelsea no sería un mal sitio) y pedirle perdón a los socios del Real Madrid. Y esperar. Esperar a que se olviden cuanto antes sus erráticos pasos de estas últimas setenta y dos horas. Esperar hasta que se le pase el enfado a Florentino Pérez. Lo que debe hacer Makelele es esperar y cumplir su contrato porque de lo contrario se le van a complicar mucho las cosas. Y si yo fuera él, lo que no esperaría nunca es el apoyo del vestuario. Porque además (y así, de paso, Pavón sale de su error) el mediofondista francés no tiene ninguna razón en este caso. Será la maldita canícula que a todos nos trastorna un poco. Será el calor. Pero para eso están los abanicos.


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