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Juan Manuel Rodríguez

Somos el Tercer Mundo futbolístico

Luis nos sienta en sus rodillas y nos lee el cuento de aquella selección a la que sólo le faltaba el gol y cuyos jugadores se comieron las judías mágicas para conseguirlo y, de tantas judías como comieron, se proclamaron... ¡campeones del mundo!

No sé qué reacción espera de nosotros Luis Aragonés cuando afirma que ya sólo nos falta el gol... ¿Pretende que hagamos la "ola"?... Nosotros también tenemos el "culo pelado" de tanta milonga barata y tanta chufla. El seleccionador nos sienta en sus rodillas y nos lee el cuento de aquella selección de fútbol a la que sólo le faltaba el gol y cuyos jugadores se comieron las judías mágicas para conseguirlo y, de tantas judías como comieron, se proclamaron... ¡campeones del mundo!... ¡Oé, oé, oé!... ¡Menudas judías! La gran sentada prometida por Luis se ha quedado en una reflexión en cuclillas. Sus intenciones fueron buenas, pero el batacazo ha sido mayor puesto que se generó una expectación que se ha visto rápida y ampliamente defraudada.

"¿Dónde está España?", se preguntaba hoy en su portada un diario deportivo. Políticamente hablando, España está encuadrada en la Unión Europea. Geográficamente hablando, España es fronteriza con Francia y Portugal. Futbolísticamente hablando, y resulta realmente desalentador reconocerlo así, España está irremisiblemente encuadrada en el Tercer Mundo. Y ya está bien de cuentos chinos. Si el seleccionador nacional de fútbol dice en la víspera del partido contra Lituania (clasificada en la posición 111) que "no perder es un buen resultado" y luego afirma que somos formidables y que "sólo nos falta el gol", hemos de concluir que Luis piensa que, además de ser realemente formidables, unos tipos geniales que desayunamos como unos campeones, todos somos sencillamente idiotas.
España acabó jugando atropelladamente con cinco delanteros, circunstancia que ha sido ampliamente elogiada por un grupo reducido de fieles "perioluisistas" que piensan que el seleccionador fue muy valiente. Lo dicho, no tenía nada que ver el color de Torres sino el de España. Si yo fuera Luis, el próximo 9 de febrero jugaría contra San Marino con once futbolistas nuevos. Todos, desde el primero hasta el último y sin excepción. Y es que por no haber, no hubo ni siquiera encerrona. Tres mil lituanos ateridos de frío y poco más. Aunque la selección de fútbol progresa. Ya sólo nos falta el gol.

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