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Juan Manuel Rodríguez

Transpiración e inspiración

Nadie debería esperar de este Real Madrid la bravura de aquel otro de Benito -"¡saca el hacha, Goyo!", le gritaban desde la grada, "¡saca el hacha!", y Goyo la sacaba –o Camacho. Ni tampoco las remontadas históricas de Santillana, Juanito y la "quinta del buitre". El referente de este Real Madrid es Raúl, y tiene sólo veinticuatro años. El equipo de Del Bosque está globalizado, (Roberto Carlos, Zidane, Figo, Makelele, Ronaldo, Solari...) y construido para ganar exclusivamente jugando bien al fútbol. Incluso los teóricos stopers, como Helguera o Cambiasso, están negados para el pelotazo. Ambos optarán siempre por jugar el balón antes que rifarlo, incluso corriendo riesgos innecesarios. A este equipo no se le puede exigir que vaya al ritmo de Rosendo sino al de Mozart.

Cuando Florentino Pérez afirmó "aquí jugarán los mejores futbolistas del mundo", todos pensamos inmediatamente en Figo, Zidane y Ronaldo. También lo pensaba F.P. Pero el "juego bonito" tiene sus peajes –ensimismamiento, narcisismo, abulia en ciertos instantes del partido...– como los tuvo el fútbol de Velázquez o Martín Vázquez. A ellos no les podías exigir lo que a Marquitos o Pirri, como ahora no se le puede pedir a Ronaldo que haga de Makelele. Sólo Raúl (técnica y garra) reúne en un mismo futbolista los dos componentes del cóctel que forma el jugador perfecto.

Aunque Roberto Carlos insista en que ellos nunca han dicho que son los mejores del mundo, sí existe en la plantilla merengue un narcisismo inconsciente. Pero el Real no puede caer en esa trampa, y esperar también que sus rivales caigan petrificados ante sus "sombreros" y sus "colas de vaca", ese fútbol intergaláctico que en realidad no existe o existe sólo a cuentagotas. Al narcisismo madridista colaboran los aficionados, y lo hacemos también los periodistas. Pero el fútbol, que es engaño, rabona y tacón, también es mala leche y un par de pelotas sobre el campo. Y esa es la forma (AEK, Racing, Villarreal) de buscarle las cosquillas al Madrid.

Cuando Florentino fichó a Ronaldo, hubo una frase de Vicente del Bosque que me llamó la atención: "estoy contento porque colaborará a hacerme mejor entrenador". Y es cierto. Nadie duda que, futbolista por futbolista, esta sea la mejor plantilla del mundo... ¿También el mejor equipo? Como en ese trayecto "plantilla-equipo", Del Bosque ha logrado dos Copas de Europa, una Liga y una Supercopa de Europa, a los madridistas les da lo mismo si el Real gana por transpiración o por inspiración. Es por esto último, y lo seguirá siendo salvo que los once jugadores se planten delante del espejo y canten aquello de "¡soy bellííísimo!"

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