Menú

No se sabe si cuando Carlos Rexach les dijo a sus jugadores eso de "si me echan a mí me llevaré a otros tres por delante" se estaba refiriendo a su propio tridente o, por el contrario, estaba mirando de reojo hacia el Comité de Competición de la Federación Española de fútbol, el "tridente madridista" según la experta opinión (en complots judeo-masónicos, me refiero) de la prensa deportiva catalana. Pero no, yo creo que Charly se refería a su propio tridente, que ni pincha ni corta, y que se deja avasallar en Mendizorroza, como si los presupuestos, que son los titulos nobiliarios del fútbol, ya no le importaran a nadie, ni se tuvieran en cuenta para nada.

Tempus fugit, me dice el reloj de casa. El tiempo pasa muy rápido. El año pasado por estas fechas nos encontrábamos debatiendo más o menos sobre lo mismo. Hoy es Rexach y ayer era Serra Ferrer. Hoy es Gaspart y ayer era Núñez. Pero el Barcelona viene a ser el mismo club (decir sólo equipo sería estrecharlo demasiado) atribulado, desestructurado y carente del "pulso" requerido para las tareas importantes. Si al final ganan la Liga, que todo es posible en la viña del Señor, seguiré pensando igual. El Barcelona actúa a base de golpes de riñón. Al Barcelona no le sirven sólo gestas como las de Liverpool. Eso queda para el Timisoara.

No creo que se insista nunca demasiado en lo perjudicial que resulta para este club el hecho de obsesionarse con el Real Madrid. Con su deuda. Con su afición. Con su historia. Es una "chinita" en el motor culé, un reconocimiento encubierto de inferioridad con respecto al otro. Hoy mismo, el ingenioso Daniel Zamora, barcelonista hasta las cachas, me comentaba en tono jocoso: "Estoy convencido de que Gaspart es el anticristo culé". Daniel lleva muchos años viviendo en Madrid y posee, ¿cómo lo llamaríamos?, cierta perspectiva.

Cuando esto escribo desconozco aún la decisión del Comité de Competición sobre el "caso Rivaldo". Mi opinión es que deberían castigar a cualquier jugador que hiciera lo mismo que el brasileño hizo con Lacruz. Pero no sé si el "Comité 1" pensará lo mismo que yo. Lo cierto es que las plumas estarán ya afiladas. No soy optimista al respecto. Seguro que el miércoles desayunaremos con artículos de opinión en los que se vuelva a resucitar a Francisco Franco, cuando ya no lo hace ni siquiera Rodríguez Ibarra. No creo que al presidente de ACS le inquiete demasiado.

En Deportes

    0
    comentarios