Y al final hizo "boom", pero no el que todo el mundo deseaba. Entre los lujos que no puede permitirse nuestro baloncesto se encuentra el de suspender el encuentro inaugural (un Fuenlabrada- Real Madrid), con todo el público presente ya en el Pabellón Fernando Martín. Ridículo espantoso. Y lo peor es que ahora empieza el "pío, pío, que yo no he sido"... ¿Quién ha dejado pudrirse esta situación?... Todos son culpables.
La Liga ACB (esto es: la patronal del basket), culpable por no evacuar cuantas consultas fueran necesarias al Consejo Superior de Deportes. Pasaron de puntillas por el asunto, y ahora se encuentran con que Real Madrid, Barcelona y Tau (tres poderes fácticos del campeonato español) han diseñado sus plantillas con jugadores inhabilitados para desarrollar su profesión como comunitarios. Culpable, la Federación Española cuya única responsabilidad es la de organizar la competición: dejaron pasar los días, y a falta de una semana presentó una denuncia contra la ACB. Culpable, en parte, el Consejo Superior que hizo público su dictámen el viernes a las seis... ¿Por qué no el viernes a las doce?... ¿Para qué dejar que cinco mil personas se fueran al Pabellón para nada?
El martes hay prevista una reunión, pero el martes es tarde. Ese cónclave entre todas las partes afectadas tenía que haberse producido un martes, de acuerdo, pero del mes de junio. Ahora no hay más que preguntas, y alguna de ellas francamente buenas. Por ejemplo: ¿Qué va a suceder con Timinskas, Jasikevicius, Zidek o Milic?... ¿Qué va a suceder con aquellos equipos que han fabricado sus plantillas en base a esos jugadores?... Si Real, Barça y Tau deciden que sin esos jugadores no pueden empezar... ¿Qué hará el resto de la ACB?... ¿Será solidaria?... Porque recordemos que fue la Asociación de clubes la que dio su "placet" a sus tres asociados...
De cualquier manera parece que la Asociación de Jugadores quiera ponerle puertas al campo. El martes la solución será tardía y, en cualquiera de los casos, será un parche. Un remiendo para una de las mejores Ligas de Europa. Un caos muy español.
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