Menú

Existe un grado de satisfacción contenida entre los madridistas (nada del otro mundo, no vayan a creerse, si acaso dos o tres botellitas de Moet Chandon y unas cuantas tarrinas de caviar iraní) porque Ronaldo haya regresado en tiempo y hora de sus vacaciones navideñas, como si todo el mundo diera por bueno que llegara con retraso, o incluso que nunca más volviera a aparecer por la ciudad deportiva. Y es que al futbolista brasileño se le consiente todo, y entre todos colaboramos también a infantilizarle, como si su creatividad sobre el terreno de juego no estuviera suficientemente pagada con el dinero de la ficha y hubiera que mimarle más. Ese extraño complejo nos llevaría a admitir como buenas excusas tan atolondradas como un retraso en el vuelo, indemostrables enfermedades familiares o "asuntos de negocios".

Por eso existe ahora cierto alivio entre los madridistas al ver a Ronaldo aparecer por el aeropuerto de Barajas. "Cómo se nota que ha madurado", repiten, como si un deportista de élite fuera un loco peligroso o un orate. Es curioso porque si Ronaldo cobrara sólo novecientos euros al mes, y en vez de ser futbolista fuera administrativo de primera, a nadie se le ocurriría pensar que no iba a estar como un clavo en su puesto de trabajo; pero al cobrar seiscientos mil euros mensuales la gente se sorprende. ¿Hay quien lo entienda? ¿No tendría que ser precisamente más profesional quien recibe una mayor remuneración? Es como si un futbolista que no cometiera ninguna "locura" (estoy pensando, por ejemplo, en Raúl González Blanco o Roberto Carlos) se arriesgara a perder caché y no fuera respetado por ello. ¿Resultado?... El "Balón de Oro" se lo lleva otro.

Parece que al chaval habrá que darle además las gracias porque, según ha confesado él mismo, no vaya a marcharse al Carnaval de Río en pleno campeonato, justo cuando el Real Madrid se esté jugando la Liga. ¡Cómo ha madurado Ronaldo!... La prensa deportiva catalana cruzaba apuestas para ver cuántos días regresaría tarde el delantero brasileño, y ahora harán lo mismo con el Carnaval. Es como si el goleador siguiera pasándole factura adrede a Joan Gaspart: "tú no te merecías que yo volviera a tiempo; Florentino sí se lo merece". Si, además de todo lo anteriormente expuesto, resulta que Ronaldo ha vuelto sin un sólo kilo de más, a este chaval habrá que ponerle tarde o temprano una estatua al lado de la que ya posee don Santiago Bernabéu. "A Ronaldo, un futbolista maduro".

En Deportes

    0
    comentarios