Patrick Stephan Kluivert tiene sólo veintisiete, años pero parece que tenga cuarenta. El delantero centro holandés ha envejecido mal por varias cuestiones. La primera y principal es que comenzó a despuntar muy rápido. Cuando Kluivert llega al Milán (veinte años) ya ha ganado con el Ajax de Amsterdam dos Ligas, dos Copas, una Champions League, una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental. Él fue precisamente quien lograra el gol que le dio la Copa de Europa al equipo holandés en su final contra el Milán. De ahí pasó a Italia y rápidamente –en una de aquellas "operaciones relámpago" que tanto le gustaba hacer a Joan Gaspart– al Fútbol Club Barcelona por petición expresa de Louis Van Gaal. Debutó con el equipo azulgrana en 1998, consiguiendo la Liga española de aquella temporada. ¿Y desde entonces? Desde entonces nada de nada, el "silencio administrativo" más absoluto hasta llegar a la situación actual en la que todo depende de la afición: si no le pitan dice que seguirá, si le pitan asegura que se largará con viento fresco. Un poco triste.
El segundo motivo que ha avejentado deportivamente hablando a Kluivert es la ausencia total y absoluta de "ritmo de competición" en el Barcelona. El "handbol" del que tanto presumía José Luis Núñez quedará muy bonito en la estadística, pero el Barcelona es un club de fútbol, y éste lleva desde 1999 sin luchar seriamente por la Liga o la Champions. Eso adocena al futbolista y limita su horizonte competitivo. Si a lo mal que se han hecho las cosas "desde arriba" le añadimos que Kluivert ya lo ha ganado absolutamente todo nos encontramos con un futbolista profesional desorientado. Y prematuramente viejo.
No le va a "reactivar" precisamente el hecho de que se haya manejado públicamente la posibilidad de echarle al Newcastle en diciembre. Kluivert debería tener por delante al menos otros cinco años de fútbol del más alto nivel. Pero a lo mejor no es un problema del jugador sino de la situación del club. ¿Qué pasó con Riquelme? ¿Para qué ha quedado Overmars, aquel extremo electrizante a quien nadie podía parar? Ahora mismo la ilusión azulgrana la representa Ronaldinho porque acaba de llegar al equipo, pero ¿qué será de él dentro de tres años si el Barcelona sigue tan errático como hasta ahora? ¿Envejecerá tan rápidamente como Kluivert? Frank Rijkaard, otro "niño prodigio", debería comprender a la perfección cuál es el problema de Patrick Kluivert. Lo que pasa es que Rijkaard tiene también sus propios problemas y se quedó sin tiempo para hacer de psicólogo.