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Juan Manuel Rodríguez

"Vito" en su laberinto

Es tal la inoportunidad y radical memez de las presuntas declaraciones de Sánchez Arminio que esta es la primera ocasión a lo largo de la historia de la Liga española en que los arbitrajes son polémicos incluso antes de que eche a rodar el balón

Siempre hay alguien que filtra. Alguien filtró, por ejemplo, que en la reunión que los árbitros mantuvieron el pasado mes de julio en Santander, su presidente, Victoriano Sánchez Arminio, afirmó, ante la sorpresa generalizada de muchos colegiados, que el cambio de método de designación arbitral para los partidos de Liga se debía a que un club muy importante llevaba dos años sin ganar nada. Las filtraciones son siempre interesadas y, naturalmente, también pueden resultar falsas. Pero, puesto que esa información lleva aireándose las últimas setenta y dos horas y el señor Sánchez Arminio no la ha desmentido, la daré por buena. Ni siquiera Sánchez Arminio, quien a lo largo del ejercicio de su cargo como presidente de los árbitros españoles ha demostrado una asombrosa ausencia de reflejos, consentiría que una información tan dañina para todos fuera circulando por ahí sin que nadie la atajara a tiempo. Y a propósito del laberinto en el que se ha metido él solito se abren un par de posibilidades ciertamente interesantes e igual de polémicas. A saber:
 
1.- Supongamos que el Real Madrid gana la Liga... Los otros candidatos al título (o sea, el Barcelona) podrían aducir que, efectivamente, el ordenador fue sustituido porque el club que preside Florentino Pérez llevaba dos años sin conseguir ningún título. Detrás del Comité Arbitral al que, por cierto, pertenece curiosamente el propio Sánchez Arminio, los dirigentes arbitrales verían la posibilidad de veto hacia algunos colegiados por parte de clubes con los que hubieran tenido anteriormente "problemas". Pero, ¿no estaría ahí en cualquier caso Sánchez Arminio para impedirlo?... Y además, ¿cómo podría beneficiarse un sólo club de esa nueva situación?
 
2.- Supongamos que el Real Madrid no gana la Liga... Los merengues podrían aducir perfectamente que Victoriano Sánchez Arminio aleccionó en su día a los árbitros poniéndolos en su contra, advirtiéndoles del poder asfixiante que el club madrileño pretendía ejercer sobre ellos y sirviéndose del Comité Técnico como auténtico "brazo armado" de la federación de Ángel María Villar.
 
Tenemos tiempo suficiente por delante para comprobar como, dependiendo de uno u otro escenario, los clubes interesados esgrimen cualquiera de esas dos posibilidades. Es tal la inoportunidad y radical memez de las presuntas declaraciones de Sánchez Arminio que esta es la primera ocasión a lo largo de la historia de la Liga española en que los arbitrajes son polémicos incluso antes de que eche a rodar el balón. El presidente del Real Madrid ha manifestado en la página web de su club que no puede creer que Sánchez Arminio haya dicho eso, pero yo estoy convencido de que en el fondo sí se lo cree. Lo más llamativo del caso es que, desde que Florentino Pérez accedió a la presidencia, el comportamiento del Real Madrid hacia los árbitros ha resultado ejemplar, llegando a ser incluso, si se me permite la expresión, un poco "gandhiano". No podría afirmarse lo mismo, por poner sólo algunos casos, de Joan Gaspart, Jaime Ortí o Joaquín Caparrós. Y de ellos no dijo nunca habló Victoriano Sánchez Arminio. O por lo menos nadie filtró.

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