El 26 de abril me preguntaba lo siguiente: ¿quién le puede exigir a Florentino Pérez que le ceda a José María del Nido -presidente del Sevilla- parte de los derechos que genera su club?... Ha pasado sólo un mes y F.P. ha respondido contundentemente a esa pregunta. La respuesta es "nadie". Nadie puede exigirle al Real Madrid que regale generosamente a Racing de Santander, Valladolid o Recreativo de Huelva, por poner sólo un ejemplo, una parte de sus millonarios ingresos televisivos, aquellos que proceden directamente del "pay per view" y que son fruto de los miles de aficionados que tiene por todo el mundo. La LFP que todos concebíamos hasta este martes partía de un error. Pedro Tomás y Toni Fidalgo no se hartaban de hablar de "solidaridad" como la razón de ser fundamental de la Liga, cuando lo único que une a los clubes es el interés económico. ¿Solidaridad de Florentino Pérez con Lendoiro? ¿Y de éste con Teresa Rivero? ¿Por qué? ¿Es que Mateo Alemany va a pagarle a Jaime Ortí parte del fichaje de Pablito Aimar? Sólo era cuestión de tiempo que los "grandes", demasiado presionados por los "chicos", optaran por partir en dos la LFP.
Es probable que Pedro Tomás se dé ahora cuenta del problema que tenía encima. El "G-12" (Real Madrid, Barcelona, Valencia, Betis, Atlético de Madrid y Deportivo entre otros) ha puesto sus cartas encima de la mesa. "¿Así que Rayo, Mallorca, Murcia o Salamanca amenazan con paralizar la Liga?... Muy bien, organicemos nosotros otra Liga paralela". Los clubes más poderosos exigen un control directo de los comités de competición y arbitrales, así como una representación en la LFP en función del presupuesto. "¿Un club, un voto?... Ja, ja, ja". Y es que los clubes de fútbol más poderosos carecen de un afán democrático, de lo contrario distribuirían equitativamente sus éxitos deportivos entre todos. No funciona así. Florentino quiere tener a los "galácticos", y al resto que les parta un rayo.
Es posible que si Antonio Baró hubiera sido presidente de la Liga el zarpazo del hotel Hesperia hubiera aguantado algo más, pero ya dije en su momento que la amenaza de Toni Fidalgo de paralizar el inicio del campeonato era un "órdago con Perete". Ahora se demuestra que los modestos tenían sólo "4", "5", "6" y "7", mientras que Florentino tenía "solomillo" de mano. Y Pedro Tomás, el pobre, sigue sin enterarse. Ahora va y dice que "lo que se haga al margen de la Liga vulnerará la ley". ¿Qué Liga? ¿Y qué ley? Don Pedro ya casi no tiene Liga, y a poco que el "G-12" se empeñe estará también fuera de la ley. Al tiempo.
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