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Juan-Mariano de Goyeneche

¿Quién necesita decodificadores? 3

Este artículo es continuación de ¿Quién necesita decodificadores? 1 y ¿Quién necesita decodificadores? 2


En nuestros dos últimos artículos analizábamos cómo se codifica la imagen y el sonido de Canal Plus. Apoyándonos en esa información trataremos de responder, en los dos siguientes, a algunas preguntas –cuando menos curiosas– respecto a este canal: ¿por qué el volumen de la emisora, cuando está codificado, parece estar siempre más bajo que el del resto de las cadenas de televisión? ¿Por qué la imagen codificada aparenta verse en blanco y negro? ¿Por qué los programas de ordenador que decodifican la señal por métodos estadísticos muestran tan mal los títulos de crédito de las películas? Y, sobre todo, ¿por qué tanta gente ve (¡codificadas!) las películas pornográficas que emite esta cadena?

El oído humano medio, aunque es capaz de escuchar sonidos comprendidos entre los 20 y los 20000 Hercios, no es igual de sensible a todo ese rango de frecuencias, sino que concentra su máxima sensibilidad en una zona de bajas frecuencias comprendida entre unos 1000 y 3000 Hercios.

Afortunadamente, la voz y los sonidos de la naturaleza tienen la mayoría de sus frecuencias de vibración en torno a esa zona de bajas frecuencias que el oído "oye mejor". Por tanto, en un canal de televisión, que es lo que nos ocupa, encontraremos más sonidos en torno a los 2000 Hercios que en torno a los 10000.

Debido a la técnica de inversión espectral con la que codifica Canal Plus el sonido –comentada en el último artículo– los sonidos de frecuencias más bajas son trasladados a frecuencias más altas, y viceversa.

Con el traslado, la mayoría de los sonidos –que antes estaban en la zona más sensible del oído– se han desplazado a frecuencias altas, que se oyen menos. Además, a la zona más sensible se han trasladado las que antes eran altas frecuencias. Pero como altas frecuencias había muy pocas, en la zona más sensible no hay apenas sonidos. Ambos efectos, sumados, explican que, para el oído, el sonido codificado de Canal Plus sea más bajo que el de los otros canales.

Al decodificar, todo vuelve a su sitio, percibiéndose ya un volumen similar al del resto de las cadenas.

Un efecto curioso de la codificación de la imagen del sistema Nagravision es el de la apariencia de que la imagen codificada se recibe en blanco y negro. Decimos apariencia, porque en realidad al receptor de televisión llega perfectamente toda la información de color. Es un efecto secundario de la forma en que funciona el sistema de televisión PAL empleado en España el que se alía con los desarrolladores del sistema Nagravision eliminando en muchas líneas la información de color.

Según el principio –ya comentado en el primer artículo de esta serie– de que en la naturaleza el color no cambia de forma brusca sino gradual, en el sistema PAL se supone que dos líneas que van seguidas tienen el mismo color (pero no necesariamente la misma luminosidad). No es que toda la línea sea de un único color, sino que el primer punto de la primera línea es del mismo color que el primer punto de la segunda, y así sucesivamente.

Aunque cada línea lleva su propia información de color, lo que se hace es combinar la información de las dos y pintar los puntos de cada línea con esa información combinada. Puede parecer una complicación innecesaria, pero lo cierto es que la operación resulta ventajosa a la hora de corregir posibles errores en el color provocados por cualquier interferencia.

El procedimiento, claro, ya no funciona tan bien si se reciben dos líneas seguidas que en la imagen sin codificar estaban separadas (tenían colores muy distintos) y que tras ser barajadas para impedir que se vea la imagen se transmiten juntas.

Ahora la combinación de los colores de las dos líneas da valores que nada tienen que ver con el color original de ninguna de ellas. Si el receptor de TV detecta que los valores que está obteniendo no tienen sentido, piensa que se encuentra en una situación de recepción muy defectuosa, e inhibe el color (para los más técnicos: activa el "Chroma Killer"). Es un procedimiento habitual en los televisores: todo el mundo habrá observado que cuando no se sintoniza bien una emisora de televisión, lo primero que se deja de ver es el color. Es porque la experiencia demuestra que en situaciones de mala recepción, se ve mejor lo que aparece en pantalla si se muestra en blanco y negro.

Pero si los colores obtenidos no son tan extraños, el televisor muestra esa zona en color. Se puede observar a simple vista fijándose en la imagen de Canal Plus: en determinados lugares aparecen puntos de color. Pero se observará mucho mejor si se graba la imagen en vídeo (a velocidad simple) y al reproducirla se pulsa el botón de pausa: las zonas con color son mucho más numerosas. Ocurre que los lugares donde el receptor de TV entiende que hay colores correctos cambian con cada imagen, y el ojo al integrar todas las que recibe, se queda con un valor medio gris. Pero color, haberlo haylo.



Juan-Mariano de Goyeneche trabaja en el Departamento de Ingeniería Telemática de la UPM.

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