Nueva edición de El Señor de las moscas, primera novela de William Golding (1911-1991), escritor británico que recibió el premio Nobel en 1983. Golding es autor de numerosas novelas como Los herederos, Martín el náufrago, Ritos de paso, por citar algunas de las traducidas al español. A Golding le costó mucho trabajo publicarla, pero pronto conoció un éxito enorme y alcanzó su consagración definitiva en 1963 cuando Peter Brook la llevó a la pantalla en una versión inolvidable, no superada por la que la siguió años más tarde.
En la novela, una treintena de niños con edades comprendidas entre los seis y los doce años, supervivientes de un accidente aéreo, se encuentran solos en una isla desierta. Golding se inspira en el tema romántico de Coral Island (1858) de Ballantyne: la isla desierta poblada por azar por un grupo de niños; pero tras la primera euforia del contacto con la naturaleza, y cuando parece que la cosa funciona, gracias a los hábitos de disciplina, la situación va degradándose paulatinamente hasta terminar en tragedia. Los niños, dejados literalmente de la mano de Dios, son arrastrados a la esclavitud y a la destrucción por la maligna influencia de uno de ellos que se impone a los demás mediante el terror.
Esta fábula sobre el Bien y el Mal en la que triunfa el segundo, es característica de la obra de Golding, que hace gala de un pesimismo radical. Está, además, muy en consonancia con la experiencia terrible de la Segunda Guerra Mundial, en la que combatió como oficial de la Marina británica. El Señor de las moscas se publicó en 1954 y, sin tener nada que ver desde el punto de vista literario, ideológicamente se impone la comparación con otra fábula moral, Rebelión en la granja de George Orwell, publicada en 1948 y también escrita bajo el impacto de una realidad palmaria: la existencia del Mal, encarnada en las figuras de Hitler y de Stalin.
William Golding, El Señor de las moscas, traducción de Carmen Vergara, Edhasa, Barcelona, 2000, 311 páginas.
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