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Julio Cirino

Política y negocios

El martes 24 de octubre, cuando aterrice en Barajas el avión del Presidente Argentino (bautizado Tango 01) habrá dado comienzo una visita de Estado, considerada clave por la diplomacia argentina. Sucede que desde que este país retornara a la democracia, las relaciones bilaterales se han ido estrechando, sobre la base de fundamentales coincidencias políticas, pero por sobre todo de un sólido interés en los negocios. Un dato no menor en tal sentido es que casi el 20% del PIB argentino está, de un modo u otro, vinculado a empresas españolas que han participado activamente en el proceso de privatizaciones llevado a cabo en el país sudamericano.

Subrayando la importancia de la visita –formalmente calificada como visita de Estado– acompañan al Presidente su Canciller y el ministro de Economía, además de un importante grupo de empresarios. La presencia de estos dos miembros claves del gabinete argentino implica que habrán de discutirse tanto temas políticos como perspectivas de negocios.

En el primer ámbito, en un marco general de excelentes relaciones, algunos puntos merecen comentario. Por una parte, preocupa a ambos gobiernos, la situación de “Aerolíneas”, cuyas perspectivas futuras, en manos de la española Iberia, incluían hasta hace un par de semanas, la posibilidad de una quiebra; aparentemente solventada, por un acuerdo alcanzado días atrás. Sin embargo, es posible que el mismo signifique una nueva reducción de personal, escalas y frecuencias, temas muy sensibles para los gremios aeronáuticos. Otro tema al que se le dedicará algún párrafo será el abordaje de las actividades del itinerante magistrado español Baltasar Garzón y sus peculiares y controvertidas visiones del Derecho Internacional.

En lo atinente a la economía, la comitiva argentina procurará además dejar en claro frente a sus pares españoles que sus inversiones en el país del Sur no corren riesgo alguno y que la paridad cambiaria que garantiza una relación uno a uno entre el peso y el dólar no será revisada, al menos en un futuro previsible.

De cara a este futuro, pensando que Argentina logrará superar el estancamiento en que se encuentra sumida; será llegado el tiempo de expandir el comercio bilateral, no sólo al ámbito de los “grandes negocios”, sino conformando una verdadera telaraña de pequeñas y medianas empresas que tienen el potencial para convertirse en una parte no desdeñable, no sólo del comercio bilateral, sino que abrirían la perspectiva de abordar en forma conjunta mercados en terceros países.

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